Las cooperativas agrícolas son clave para combatir la pobreza, según la FAO

ROMA. Las cooperativas agrícolas, que generan ingresos para millones de pequeños agricultores, podrían expandirse y hacer una contribución aún mayor contra la pobreza y el hambre si recibieran el apoyo adecuado por parte de gobiernos y la sociedad civil.

Este es el mensaje clave del Día Mundial de la Alimentación de este año, que se celebra hoy en 150 países, señaló en un comunicado la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El tema de este año se centra en que “Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo” y coincide con el Año Internacional de las Cooperativas.

En el Día Mundial de la Alimentación se conmemora también la fecha en que se fundó la FAO en 1945.

La lucha contra el hambre recibió un nuevo impulso la semana pasada con la publicación de cifras que muestran que, a pesar de que hoy hay en el mundo 132 millones menos de hambrientos que hace 20 años, existen todavía 870 millones de personas que a diario no tienen alimentos suficientes.

Incluso, el papa Benedicto XVI dijo en un mensaje para el Día Mundial de la Alimentación que, debido a su dimensión humana, las cooperativas agrícolas pueden favorecer el desarrollo económico para cubrir las necesidades más apremiantes a nivel local.

“Las cooperativas agrícolas representan una visión alternativa a los modelos económicos que parecen tener como único objetivo el beneficio, el interés de los mercados, el uso de cultivos agrícolas para fines no alimentarios y la introducción de nuevas tecnologías de producción de alimentos sin las precauciones debidas”, señaló el pontífice.

“La presencia de las cooperativas -añadió- puede poner fin a la tendencia a la especulación con los alimentos básicos destinados al consumo humano y reducir la compra de tierras agrícolas a gran escala que en muchas regiones supone expulsar a los campesinos, que por si solos son muy débiles para defender sus derechos”.

El mensaje del Papa fue leído por el arzobispo Luigi Travaglino en una ceremonia en la sede de la FAO, en Roma, a la que asistieron dignatarios, responsables de organismos de las Naciones Unidas con sede en la capital italiana e invitados especiales.

El director general de la FAO, José Graziano da Silva, puso de relieve el papel de las cooperativas como una vía importante para sacar a los pequeños agricultores de la pobreza y el hambre.

Señaló que, a pesar de que producen la mayor parte de los alimentos en muchos países, los pequeños agricultores tienen poco acceso a los mercados para venderlos, carecen de poder de negociación para comprar insumos a mejores precios y tampoco cuentan con acceso a los servicios financieros.

“Las cooperativas agrícolas pueden ayudar a los pequeños agricultores a superar estos obstáculos”, aseguró Graziano da Silva.

Añadió que “las cooperativas desempeñan un papel crucial en la generación de empleo, reducen la pobreza, mejoran la seguridad alimentaria y contribuyen al producto interior bruto de muchos países”.

El responsable de la FAO instó a los gobiernos a poner de su parte y “crear las condiciones que permitan prosperar a cooperativas y organizaciones de productores”.

Por su parte, el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Kanayo F. Nwanze, aseguró en la ceremonia de hoy en Roma que el Fondo trabaja en estrecha colaboración con las cooperativas de todo el mundo.

“Desde los cultivadores de té en Ruanda -añadió- a los centros de recursos ganaderos en Nepal, hay muchos ejemplos de cómo las cooperativas apoyan mejor a los pequeños campesinos, no sólo para que se organicen, sino para aumentar colectivamente sus oportunidades y recursos”.

El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, también destacó desde Ginebra que las cooperativas juegan un papel fundamental en la tarea de garantizar el derecho a la alimentación, así como a una vida digna y a un trabajo decente.

“La experiencia alrededor del mundo muestra que agricultores, granjeros, pescadores y pastores han utilizado la organización cooperativista para incrementar la producción de alimentos, obtener un mejor acceso al mercado y mejores precios, así como garantizar la seguridad alimentaria”, manifestó en un comunicado.

Ryder destacó los valores del modelo cooperativista y opinó que además de asegurar el derecho a la alimentación, este tipo de organización promueve una vida y un trabajo decentes, así como un desarrollo sostenible. 

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