“Estos terroristas confesaron haber recibido cursos de adoctrinamiento extremista desviado y entrenamiento sofisticado sobre uso de armas, además de haber combatido en Siria e Irak”, añadió la fuente.
Los integrantes de la presunta célula -todos de nacionalidad kuwaití y de edades entre 25 y 33 años- fueron remitidos a la Fiscalía General para el inicio de las investigaciones, indicó el ministerio sin precisar ni cuándo ni dónde se efectuaron los arrestos.
Estas detenciones suceden después de que el pasado 26 de junio, murieron 27 personas y otras 200 resultaron heridas en un ataque suicida contra una mezquita chií de Kuwait.
El suicida detonó la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo en la sala de oración de la mezquita Al Imam al Sadiq, donde se congregaba un gran número de creyentes con motivo del rezo del mediodía del viernes.
El atentado, que fue reivindicado por el EI, fue uno de los más mortíferos registrados en Kuwait, que por el momento se ha mantenido a salvo de la violencia yihadista.
El 27 de junio pasado, las autoridades kuwaitíes anunciaron la detención del dueño del vehículo que condujo al terrorista a dicha mezquita, que huyó de la zona tras dejarle en las proximidades.
Un día después, el Ministerio del Interior saudí informó de que el suicida de nacionalidad saudí que supuestamente perpetró el ataque terrorista no figuraba en los registros de sus organismos de seguridad en ninguna actividad relacionada con el terrorismo.
Asimismo, a principios de julio pasado, las autoridades saudíes informaron de que sus fuerzas de seguridad y las kuwaitíes habían arrestado a tres hermanos sospechosos de estar implicados en el ataque.
El atentado conmocionó al pequeño emirato, en el que más del 90 por ciento de los casi cuatro millones de habitantes profesa el islam. De ellos, el 30 por ciento sigue la rama chií del islam, mientras que el resto se declara suní.