El equipo militar se activó luego del hallazgo en el corazón del Amazonas venezolano para determinar las causas que originaron el siniestro, y la situación de los 13 pasajeros -nueve militares y cuatro civiles- que viajaban a bordo de la aeronave y de la que no se tuvo pista después de su despegue.
La aeronave, de fabricación rusa, fue hallada en un área boscosa, en una de las zonas más densas del territorio amazónico a unas 50 millas, o 30 minutos de vuelo, del punto donde debió aterrizar luego de partir de la base aérea de Puerto Ayacucho, capital del sureño estado de Amazonas.
Ninguno de los pasajeros fue hallado con vida. El Ministerio Público informó que se han extraído ocho de los cuerpos.
El hallazgo fue hecho por el equipo militar de la Operación Esperanza, creada para la búsqueda de la aeronave el 30 de diciembre de 2017, a la víspera del año nuevo, e implicó el trabajo directo de unas 700 personas entre militares, civiles y comunidades indígenas de la zona.
La junta investigadora, explicó a Efe el general José Luis Novo, comandante de la Aviación del Ejército, está integrada por 12 expertos de los cuatro componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que intentarán recopilar el material y concluirán, dijo, con el fin de la investigación.
Se ha logrado la extracción de los equipos para reconstruir lo ocurrido con la aeronave y “determinar las causas que provocaron el accidente”, entre ellos, la caja negra, indicó el presidente de la junta investigadora, el general Sidney Lázaro.
La radio baliza, el equipo que debió emitir una señal al momento del impacto para permitir la localización del helicóptero, y que no fue recibida nunca, fue hallada por los especialistas de la junta.
El equipo se encontró sin mayores daños y aún con batería, por lo que, dijo Lázaro, “probablemente”, el impacto provocó que la antena que emite la señal se desconectara de la radio baliza, lo que hizo imposible que la señal de la ubicación del siniestro fuera enviada.
La búsqueda que se desplegó durante los últimos cuatro meses barrió 54.131 kilómetros cuadrados, lo que implicó más de 1.500 horas de vuelo en zonas de bosque, en medio millar de misiones aéreas.
Por su parte, el mayor general Carlos Leal Tellería, jefe de la Región de Defensa Integral (REDI) de Guayana, indicó además que se recorrieron más de 1.000 kilómetros por vía fluvial, se emplearon 40 aeronaves, y el trabajo directo de 700 personas.
“Todos estos hechos tienen una enseñanza, nosotros pudimos experimentar aquí innovaciones que crearon doctrina, en medio de este lamentable hecho nos dejó una escuela, y sea cual sea la causa, nos va a permitir tomar medidas para evitar que algo así vuelva ocurrir”, concluyó.