El presidente paquistaní Asif Ali Zardari fue invitado a la cumbre en Chicago y tenía previsto mantener un encuentro con el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.
Pero Rasmussen ya avanzó en un foro público sobre el encuentro que pediría a Zardari más cooperación.
“No podemos resolver los problemas en Afganistán sin el compromiso positivo de Pakistán”, dijo Rasmussen, en referencia a las zonas tribales en la frontera entre ambos países donde actúan los talibanes.
La presión crece sobre Islamabad para que levante un embargo de seis meses contra el transporte de aprovisionamiento vía terrestre para la OTAN en Afganistán.
Islamabad aplicó ese embargo en protesta por los ataques aéreos que mataron a 26 soldados paquistaníes en noviembre pasado, y analistas creen que Zardari podría anunciar que lo levanta en Chicago.
Rasmussen aseguró que entregaría “un par de mensajes claros” al líder paquistaní, sin dar más precisiones.
El presidente Barack Obama será el anfitrión de la primera cumbre de la OTAN en territorio estadounidense de los últimos 13 años, convocada para preparar la transición militar en Afganistán de las tropas occidentales al gobierno local, tras más de una década de guerra.
La OTAN contará a fines de año con 352.000 tropas en Afganistán a finales de año, pero de aquí a 2014 quiere ceder la responsabilidad de la defensa nacional al Ejército afgano, en pleno proceso de formación.
“Déjenme ser claro”, enfatizó Rasmussen. “La OTAN continuará trabajando hombro con hombro con Afganistán”, añadió.
El presidente francés, François Hollande, afirmó sin embargo el viernes, con Obama en la Casa Blanca, que retirará a sus tropas antes de que acabe el año, y líderes de la Alianza se han expresado en términos parecidos.
La cumbre de Chicago, en medio de fuertes medidas de seguridad, convoca a presidentes y representantes de más de 60 países y organizaciones presentes en Afganistán.