Mohind al Okbi, de 21 años y que murió a manos de efectivos israelíes, era vecino de la población beduina de Hura, ubicada en el desierto meridional del Neguev y habitada por árabes que quedaron en 1948 en Israel tras crearse este estado.
Esta mañana falleció el inmigrante eritreo que se encontraba en estado crítico por los disparos de un guardia de seguridad, que le confundió con el agresor, y los golpes que le proporcionaron varios viandantes cuando yacía en el suelo herido, informó el Hospital Soroka de esa localidad.
Durante el ataque, un agente armado del personal de seguridad del edificio confundió al joven africano, en la veintena y solicitante de asilo según varios medios, con el atacante y le disparó -según un testigo-, hiriéndole en la parte superior del cuerpo.
Un responsable policial indicó que fue un agente de la Policía de Fronteras quien le disparó.
Una vez en el suelo malherido, el hombre fue rodeado por varias personas que le golpearon violentamente, en una reacción que está siendo investigada por la Policía y que algunos medios israelíes calificaron hoy de “linchamiento”.
La Estrella Roja de David, equivalente en Israel a la Cruz Roja, informó de que de los ocho heridos de bala hospitalizados ayer hay dos en estado grave y seis con heridas moderadas.
Desde Gaza, los movimientos islamistas Hamás y Yihad Islámica y otras cuatro facciones palestinas se felicitaron por el ataque, que consideraron una “respuesta natural a los crímenes diarios de la ocupación (Israel) contra los palestinos”.
Además del ciudadano eritreo, en la última ola de ataques palestinos desde el 1 de octubre han muerto ocho israelíes, un árabe israelí y 42 palestinos, cerca de la mitad de ellos autores o supuestos autores de ataques consumados o frustrados y, el resto, en enfrentamientos con el Ejército israelí.
La ola de violencia, con más de una treintena de ataques palestinos, la mayoría con arma blanca y 15 de los cuales se produjeron en Jerusalén, ha llevado la Gobierno de Benjamín Netanyahu a tomar medidas de excepción, entre ellas el despliegue de fuerzas militares en Jerusalén, algo que no ocurría desde hace más de una década.