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De los seis candidatos, los analistas le dan a sólo tres de ellos, todos del ala conservadoras, reales posibilidad para convertirse en presidente del país. Todos ellos son considerados “fundamentalistas”, muy cercanos a la Guía Suprema Ali Jamenei,en especial el alcalde de Teherán, Mohammad Baqer Qalibaf, y el negociador para temas nucleares, Said Jalili.
También se espera una buena elección del consejero diplomático de la Guía Suprema, Ali Akbar Velayati. Aun cuando las decisiones estratégicas más importantes son tomadas por el ayatolá Jamenei, la figura del presidente puede influir en la marcha del “dossier” iraní que más preocupa a las potencias occidentales: el programa nuclear civil sospechoso de esconder objetivos militares.
Jamenei, en la mezquita del Iman Jomeini, exhortó a los iraníes a votar en forma masiva, reportaron medios locales.
Los sondeos prevén una afluencia del 60-70 por ciento. En las elecciones parlamentarias del año pasado la afluencia fue del 64,2 por ciento.
El ministerio del Interior confirmó que la votación concluirá a las 18:00 locales, aunque es posible extender el horario.
El candidato reformista más moderado, Hassan Rohani, exhortó a votar a los iraníes. “No piensen poder cambiar las cosas sin salir de casa. Se trata del porvenir del país. Elijan quien podrá responder al menos a las solicitudes mínimas de la población”, indicó.