En el estado australiano de Nueva Gales del Sur se manetienen alrededor de un centenar de incendios y se espera que la temperatura ascienda en Sídney hasta los 43 grados, 45 en algunas zonas del interior.
El comisionado de los Servicios Rurales de Bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, dijo que la jornada de hoy supone uno de los peores días en que se afronta altos niveles de riesgo de incendios con “niveles catastróficos”.
La mayor atención se centra en el sur de Nueva Gales del Sur, donde las localidades de Illawara, Shoalhaven y las región de Southern Ranges afrontan el mayor peligro de incendios. Las autoridades estatales han prohibido prender fuego y han cerrado los parques y reservas naturales, mientras los bomberos luchan por contener un centenar de incendios.
En la isla suroriental de Tasmania, donde los incendios forestales arrasaron la semana pasada más de cien viviendas, la mayoría de ellas en la localidad pesquera de Dunalley, se pronostican también fuertes vientos en todo el estado.
La Policía de Tasmania, donde arde unos 40 incendios, sigue buscando posibles cadáveres entre los escombros, aunque desconoce cuántas personas están desaparecidas, según la cadena local ABC.
En el vecino estado de Victoria, un incendio que arde en la localidad de Kentbruck se ha duplicado en tamaño y afecta a unas 7.050 hectáreas de terreno, amenazando a dos comunidades rurales de la zona, según la cadena Sky News de la televisión por cable.
David Jones, experto de la Oficina de Meteorología, alertó de que se registrarán olas de calor prolongadas en Australia, donde la media de la temperatura media del país alcanzó los 40,17 grados centígrados el 21 de diciembre de 1972, según el Canal 9 de la televisión nacional.