La Conferencia Episcopal alemana presentó un estudio lanzado en abril de 2011 que forma parte de las labores iniciadas después de la crisis de 2010, cuando cientos de personas revelaron haber sido víctimas de abusos cuando eran menores entre los años 1950 y los años 1980.
Estos religiosos fueron acusados entre 2000 y 2010 de un total de 576 abusos sexuales a niños y a adultos. Las tres cuartas partes de las 265 víctimas eran de sexo masculino (75%).
Según el profesor Norbert Leygraf de la sección medico-legal del hospital de Duisburg-Essen (oeste) director del estudio, “solo algunos casos” están vinculados a una patología como la pedofilia, y su número concuerda con el porcentaje de estas enfermedades en el conjunto de la población.
Leygraf subrayó que los abusos eran “muy heterogéneos” y abarcan situaciones como una excursión a la piscina, contactos sexuales entre religiosos, manipulación de órganos genitales de menores, pornografía infantil o abusos sexuales a personas sin posibilidad de defenderse.
El estudio se lanzó en abril de 2011.
La investigación se basó en 78 certificados psiquiátricos que fueron transmitidos por 21 de las 27 diócesis alemanas.
A principios de 2010, Alemania se vio sacudida por revelaciones de abusos sexuales sobre niños y adolescentes en instituciones que pertenecían casi todas a la Iglesia católica.
Numerosos fieles se han alejado desde entonces de la Iglesia. El año pasado, 126.488 católicos salieron formalmente de la institución, después de 181.000 en 2010, según cifras oficiales.
La Iglesia católica ofreció 5.000 euros a las víctimas, que consideraron esta indemnización insuficiente.