BERLÍN. El joven, que hirió a cuatro personas, tres de ellas de gravedad, fue abatido por la policía cuando huía tras abandonar el tren, según han confirmado las fuerzas de seguridad.
En declaraciones a la primera cadena de la televisión pública ARD y a la emisora regional BR, Herrmann explicó que el joven llegó a Alemania sólo como solicitantes de asilo y vivía actualmente con una familia de acogida en Ochsenfurt, pequeña localidad situada a unos veinte kilómetros de Wurzburgo.
Preguntado por una posible motivación islamista tras el ataque, el responsable de Interior señaló que hubo alguna “exclamación” por parte del joven, pero no quiso ofrecer más detalles.
Según informaciones del diario “Bild”, el joven gritó “Allahu Akbar” (Alá es grande) en el vagón durante el ataque.
La agresión, según el relato del responsable de Interior, tuvo lugar en torno a las 21.00 horas (19.00 horas GMT).
Varios de los testigos del ataque pudieron avisar a la policía y al maquinista, que detuvo el tren en Heidiingsfeld, uno de los barrios de Wurzburgo.
El joven abandono entonces el vagón e intentó huir, pero fue abatido por un comando de las fuerzas especiales de la policía que se encontraba en la zona.
Los tres heridos graves fueron trasladados al hospital, mientras que el resto de pasajeros que resultaron ilesos, una quincena de personas, fueron atendidos en el lugar de los hechos, a donde se desplazaron varias patrullas policiales y ambulancias.