“La operación Sangaris ha terminado. Es la razón de mi visita”, declaró este viernes Hollande en Bangui, la primera escala de una minigira africana que le llevará hoy a Nigeria, donde participará en una cumbre de seguridad centrada en la amenaza del grupo terrorista islámico Boko Haram.
En la ceremonia participó el presidente de la RC, Faustin-Archange Touadéra, con el que se reunió para hablar de la seguridad en el país, que ha vivido sangrientos enfrentamientos civiles entre cristianos y musulmanes desde del derrocamiento del presidente François Bozizé por la coalición rebelde Séléka en 2013.
Hollande felicitó a Touadéra por su triunfo en febrero en un proceso electoral -reconocido por sus adversarios-, y se mostró satisfecho por los resultados de la operación Sangaris, que, afirmó, ha logrado restablecer la seguridad después de que la RC atravesara una situación “dramática”.
Por su parte, Touadéra -que asumió el cargo después de tres años de Gobierno de transición- agradeció a Francia el “apoyo” militar y financiero prestado desde que se desatara la crisis, que ha provocado miles de muertos y ha obligado a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares.
Francia llegó a tener 2.500 soldados en la RC, un contingente que ha sido reducido a los 900 durante este año.
La misión de seguridad francesa será asumida por los cascos azules de la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas de Estabilización (Minusca). La Unión Europea (UE) también mantiene su recién establecida misión de asesoramiento militar.
Integrantes del contingente francés desplegado en la República Centroafricana han sido acusado de abusos sexuales a menores en el país, alegaciones que están siendo investigadas.