Obama anunció este martes la conmutación de la sanción a Manning, quien en 2010 filtró un número récord de documentos confidenciales al portal WikiLeaks mientras era analista de inteligencia militar.
Manning, que entonces se llamaba Bradley, inició un tratamiento de cambio de sexo para ser mujer e intentó suicidarse en dos ocasiones en una cárcel militar de Kansas. En esa prisión había sido condenada a 35 años de prisión, si bien ahora será liberada el próximo 17 de mayo.
“Confiamos sinceramente en que Chelsea podrá ahora continuar con el resto de su vida y encontrará felicidad y plenitud con lo que sea que elija hacer”, señaló su familia en la citada nota difundida hoy en nombre de su madre, Susan Manning y otros parientes.
Los familiares agregaron que “siempre será bienvenida aquí, en Gales”.
“Chelsea expuso malas prácticas y fue castigada por ser una informante. Lamentamos que al presidente Obama le haya llevado tanto tiempo conmutar la sentencia y nos enfurece que a Chelsea le hayan obligado a sufrir un trato tan abusivo en la cárcel”, agregan. En la nota, la familia se muestra de acuerdo con el informador especial para la ONU Juan Méndez en que “parte de este abuso equivale a tortura”.
Tras conocerse la decisión de Obama con relación a la exsoldado, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, la calificó de “héroe” y pidió que se ponga fin a la “guerra” contra editores que denuncian abusos. En un comunicado, el periodista australiano expresa su satisfacción por la decisión del presidente norteamericano y afirma que Manning nunca debió ser condenado.
Assange reside asilado en la legación ecuatoriana en Londres desde junio de 2012 para evitar ser extraditado a Suecia en relación con supuestos delitos sexuales.
El activista, que teme que si es llevado a Suecia podría ser después trasladado a EE.UU. para ser procesado por delitos de espionaje, indicó la semana pasada que estaba dispuesto a ser extraditado a EE.UU. si Obama tenía clemencia con Manning.
En total, Manning habrá pasado casi cuatro años en la prisión militar de Fort Leavenworth (Kansas) , en un régimen carcelario, que según miembros de su red de apoyo, le habría acabado llevando al suicidio. La exsoldado se declaró culpable durante su juicio y pidió perdón por la filtración de centenares de miles de documentos de las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado.