Un comunicado de la embajada estadounidense en Tegucigalpa informó que las autoridades hondureñas están evaluando la propuesta de ese grupo de trabajo, que operararía fuera de la base aérea de Palmerola de junio a noviembre. Ese contingente también ayudaría a las fuerzas centroamericanas en los esfuerzos para combatir el tráfico de narcóticos.
“Hemos pedido que los marines estén presentes en Honduras de junio a noviembre de 2015, durante la temporada de huracanes, para apoyar a Honduras y otros países de la región en caso de un huracán u otro desastre mayor”, señaló la nota.
Funcionarios del Pentágono insistieron que la propuesta no implicaría el despliegue permanente de tropas, un tema político delicado en una región donde las fuerzas estadounidenses históricamente se pusieron del lado de los regímenes autoritarios.
“Es solamente un despliegue temporario”, dijo el capitán Armando Daviu, oficial para asuntos públicos para el Comando Sur de la Fuerza de Marines estadounidense. “Se trata de una instalación para tener una fuerza rápida de respuesta a emergencias”, acotó.
Esta fuerza especial de aire-tierra estaría equipada con cuatro helicópteros de carga CH-53 y posiblemente un avión C-130, declaró Daviu a la AFP.
Además, la fuerza contribuirá con equipos de “cooperación de seguridad” ya desplegados en el área, que entrenan y aconsejan a fuerzas locales en su lucha contra el crimen organizado y tráfico de drogas.