“Con respecto a China, como he dicho en otras partes del mundo, no estamos de ninguna forma intentando poner las inversiones chinas fuera de África porque son necesarias”, afirmó Tillerson en la capital etíope, en una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat.
“Pero creemos que es importante que los países africanos consideren con cuidado los términos de esas inversiones y no renuncien a su soberanía”, subrayó el secretario de Estado, en el inicio de una gira que le llevará también a Yibuti, Kenia, Chad y Nigeria. Según el jefe de la diplomacia estadounidense, “el modelo que China sigue no trae una creación significante de empleo o programas de entrenamiento significantes que permitan a los ciudadanos africanos participar de una forma más completa en sus países”.
Tillerson avisó de que esos “modelos de financiación están estructurados de una forma que el país, si entra en problemas financieros, pierde el control de sus propias infraestructuras y de sus recursos”.
Por tanto, insistió, en que “estos países piensen con cuidado los términos de estos acuerdos”. Tillerson quiso dejar claro que, pese a ese llamamiento a la prudencia, EE.UU. da “la bienvenida a la participación china” en África, si bien espera “que cumplan las leyes internacionales” y “respeten la soberanía de los países” y la “necesidad de sus ciudadanos de progresar y crear un futuro”.
Más allá de su agenda oficial, el secretario de Estado visita África con el propósito de reivindicar a Estados Unidos frente al empuje de otras potencias como China, en especial, y Rusia.
Aunque EE.UU. todavía es el principal país donante de ayuda humanitaria en el continente africano, China le superó en 2009 como primer socio comercial de África.
Antes de partir hacia Adís Abeba, Tillerson anunció en la Universidad George Mason de Virginia (EE.UU.) un plan de asistencia humanitaria para África valorado en 533 millones de dólares (unos 430 millones de euros).
El viaje de Tillerson coincide con la gira que su colega ruso, Sergei Lavrov, hace esta semana por varios países africanos como Angola, Etiopía, Mozambique, Namibia y Zimbabue.