Así lo informaron las autoridades turcas, que sospechan que el autor del ataque era miembro de una organización de ultraizquierda.
Por el momento, nadie había reivindicado este atentado, en el que murieron un guardia turco de la embajada y el suicida.
La explosión en un punto de control cercano a la entrada de la embajada en el barrio diplomático de la capital turca fue el más reciente de una serie de ataques contra legaciones estadounidenses en el mundo musulmán.
La Casa Blanca condenó “con firmeza” este “atentado terrorista”, pero dijo no saber quién estaba detrás del ataque.
El vicepresidente Joe Biden, de visita en Alemania, dijo que se presumía que el kamikaze era un militante de una “organización terrorista de izquierda”, sin brindar mayores precisiones.
Para el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, “los ataques están dirigidos contra el bienestar y la paz en nuestro país”.
“Las primeras pistas indican que el kamikaze era un militante de una organización clandestina de izquierda”, dijo el ministro del Interior. “Sus huellas digitales están siendo analizadas”, agregó Muammer Guler.
La OTAN se sumó a las condenas, calificando el ataque de “acto inadmisible”, por boca de su secretario general, Anders Fogh Rasmussen.
Medios de comunicación turcos indicaron que el kamikaze era miembro del Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C) que estuvo preso después de un ataque contra instalaciones militares en 1997.
El atentado ocurrió hacia el mediodía ante una entrada secundaria de la embajada, destinada al servicio de visas, comprobó un periodista de la AFP .
“Hubo dos muertos, el kamikaze y un agente de seguridad turco. Una mujer que se encontraba allí para una solicitud (de visado) resultó herida” , declaró el gobernador de Ankara, Alaadin Yuksel, a varios periodistas frente a la embajada.
La mujer herida, de 30 a 35 años, está en un estado crítico, indicaron fuentes médicas citadas por la agencia Anatolia.
La explosión causó destrozos en edificios de las inmediaciones, pero no dañó el interior de la embajada, situada en el barrio diplomático de la capital turca, según un miembro turco del personal de la embajada.
“Hubo un explosión en la embajada de Estados Unidos hacia las 13H15 (11H15 GMT). La policía turca adoptó las medidas apropiadas y está investigando sobre el incidente”, afirmó la embajada en un comunicado.
“Estamos tristes, hemos perdido a uno de los guardias turcos”, declaró a la prensa el embajador estadounidense, Francis Ricciardone.
“Estamos en lo de gente amiga (...) seguiremos combatiendo el terrorismo juntos” , agregó el embajador.
Dos guardias resultaron heridos, según Guler.
La explosión “pareció un sismo”, dijo a la AFP Ahmet Mete, que trabaja para una compañía de seguros, al comentar la explosión.
“Cada día centenas de personas vienen a pedir una visa. La zona está muy protegida desde hace años. Hay tres retenes en esta calle”, dijo Mete.
La explosión tuvo lugar poco días después de que Estados Unidos, Alemania y Holanda, en el marco de la OTAN, desplegaran en territorio turco baterías de misiles Patriot, destinados a proteger Turquía de eventuales ataques sirios.
Los canales de televisión turcos establecieron un vínculo entre el atentado y la visita prevista del nuevo secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a Turquía.
En 2008, tres policías que custodiaban la puerta de entrada del consulado de Estados Unidos en Estambul murieron al ser ametrallados por tres islamistas que murieron durante el ataque.