Según el portal de información Rappler, miembros de la Oficina Nacional de Investigación (NBI, sus siglas en inglés) encontraron dentro del vehículo, un Toyota todoterreno, artefactos explosivos improvisados que se habían fabricado con petardos ilegales colocados alrededor de botellas llenas de gasolina.
Los agentes encontraron también un texto de un grupo activista de derechas en el que manifiesta su intención de detonar bombas en otros puntos de Manila, como en el centro comercial SM Mall of Asia, por donde se estima que pasan unas 200.000 personas al día, o la Embajada China en Filipinas.
Una fuente de la Oficina Nacional de Investigación apuntó que el objetivo del grupo es desestabilizar al Gobierno de Filipinas y mostrar su descontento por su actuación con respecto a los enfrentamientos que mantienen Manila y Pekín por la soberanía de las Islas Spratly.
Tras el hallazgo de los artefactos, cuatro sospechosos han sido detenidos y están siendo interrogados, mientras que todo el aeropuerto fue puesto bajo alerta máxima de seguridad.
La Terminal 3, que hasta hace poco recibía sobre todo vuelos nacionales, ha ganado en relevancia recientemente, pues algunas de las aerolíneas internacionales más importantes, como KLM o Emirates, han abandonado la Terminal 1 y han comenzado a operar desde ahí.