El supuesto ataque israelí vino después de las denuncias de un supuesto ataque químico el pasado fin de semana en las afueras de Damasco.
Una fuente militar citada por la agencia de noticias oficial siria, SANA, aseguró que cazabombarderos israelíes F-15 tuvieron como blanco la pasada madrugada el aeropuerto castrense T4, en la provincia central de Homs. La fuente explicó que los aparatos israelíes dispararon desde el Líbano y que las defensas antiaéreas sirias respondieron interceptando varios de los misiles. No obstante, varias personas murieron y resultaron heridas por ese ataque israelí, indicó SANA.
Desde Moscú, el Ministerio ruso de Defensa confirmó en un comunicado que dos aviones de Israel lanzaron entre las 00:25 y 00:35 hora GMT (20:25 y 20:35 del domingo en Paraguay) ocho proyectiles contra esa base, lo que suscitó la reacción de la defensa antiaérea siria que destruyó cinco de los ocho misiles.
“Tres cohetes alcanzaron el sector occidental del aeródromo. No hay víctimas entre los consejeros rusos destacados en Siria”, precisó el Ministerio ruso de Defensa.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó, por su parte, de que al menos catorce militares y combatientes aliados del Gobierno de Damasco, tanto nacionales como extranjeros, perdieron la vida por la caída de varios misiles en la T4. En esa base hay presencia de efectivos del Ejército sirio y milicianos iraníes y del grupo chií libanés Hizbulá.
Desde Jerusalén, una portavoz militar israelí declinó hacer comentarios respecto a este asunto.
El bombardeo se produce después de las denuncias de un supuesto ataque químico el pasado fin de semana en Duma, el último reducto rebelde de la región de Guta Oriental, en las afueras de Damasco.
La Sociedad Médica Siria Americana (SAMS, en sus siglas en inglés) y la Defensa Civil Siria, ambas organizaciones apoyadas por EE.UU., afirmaron que al menos 42 personas fallecieron el sábado con síntomas de haber sufrido un ataque químico. Ninguna otra fuente ha corroborado que se tratara de un bombardeo con sustancias químicas, que ha sido negado tanto por las autoridades sirias como por las rusas. De hecho, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que al menos 21 personas perecieron ese día por asfixia, pero como resultado del “derrumbe de los edificios” en los que se encontraban.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció hoy que sus equipos están investigando lo ocurrido y que han efectuado un análisis preliminar sobre las informaciones del supuesto uso de armas químicas.
Desde Washington, el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, dijo que “no descarta” acciones militares contra Siria ante el presunto ataque químico y después de que el presidente de su país, Donald Trump, prometiera ayer que los responsables de dicho bombardeo pagarán “un alto precio”.
El Ministerio sirio de Exteriores recordó en dos cartas enviadas este lunes a la Secretaría General y el Consejo de Seguridad de la ONU que el bombardeo israelí contra la T4 no hubiera sido posible sin “la luz verde de EE.UU.”. Consideró que Israel puede continuar su “enfoque de agresiones peligrosas” y su “terrorismo de Estado”, gracias al respaldo de la Administración estadounidense, especialmente, por la inmunidad que le proporciona.
En sus misivas, el ministerio advirtió a las autoridades israelíes de “las graves repercusiones de sus ataques, así como de su apoyo permanente a las organizaciones terroristas armadas y de su ocupación continuada de territorios árabes, incluido el Golán sirio ocupado”. Y subrayó que “la República Árabe de Siria no dudará a la hora de ejercer el derecho a defender su territorio, su pueblo y su soberanía” por todas las vías garantizadas en la Carta de la ONU y las resoluciones internacionales.
Precisamente, el jueves pasado se cumplió el primer aniversario de ataque químico en la localidad de Jan Shijún, en el norte sirio, donde más de 80 personas murieron y del que la ONU culpó al Gobierno sirio. Ese ataque motivó que EE.UU. lanzara días después decenas de misiles contra la base aérea siria de Al Shairat, en Homs, desde la que, según Washington, se organizó el bombardeo químico.