Los países que participan en la reunión, celebrada a estancias de Estados Unidos, están divididos entre quienes apoyan a Guaidó, encabezados por EE.UU., y quienes defienden al presidente Nicolás Maduro, entre ellos Rusia y China.
El representante del Reino Unido en el Consejo insistió antes del encuentro, del que no se espera que emerja ninguna resolución, en que Venezuela es “un estado en total colapso”.
“La miseria de su gente ha sido causada por un hombre, el presidente Maduro, y el mundo lo mira ahora y ha concluido que no es más el presidente legítimo de Venezuela. Su corrupción, su fraude electoral no es aceptable”, concluyó el representante británico, Alan Duncan.
La intención de EE.UU. es utilizar la cita para instar al resto de la comunidad internacional a reconocer a Guaidó como “presidente constitucional interino” de Venezuela, según adelantó este viernes el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, representa al país y “hará un llamamiento para respaldar el Gobierno transitorio en su misión de restaurar la democracia y el imperio de la ley”, explicó su oficina.
Del lado de Guaidó están también los miembros europeos del Consejo de Seguridad (Francia, Reino Unido, Bélgica, Alemania y Polonia) , aunque estos no han dado por ahora el paso de reconocerle como presidente.
Los miembros de la Unión Europea (UE) van a insistir en la necesidad de convocar unas elecciones “creíbles” en Venezuela, según dijo hoy a los periodistas el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders. Maduro expresó su satisfacción por la celebración de la reunión y aseguró que la intención de su Gobierno era pedir un encuentro, pero EE.UU. se le “adelantó”.
Del otro lado, Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo y con derecho a veto, al igual que EE.UU. y el Reino Unido, han dejado ya claro que siguen considerando a Maduro como el presidente legítimo y que se oponen al reconocimiento de Guaidó hecho por EE.UU. y otros países.