Desde el pasado día 9, diez personas trabajan con la comunidad trans rosarina para saber qué lugares de la ciudad son hostiles y cuáles son amigables, así como para conocer las necesidades que estas personas tienen en su día a día para vivir como un ciudadano más.
“Queremos mapear primero Rosario, luego expandir el mapa a toda Argentina y después a toda América Latina, creemos que es muy importante que las personas trans sean visibilizadas”, explicó a Efe Michele Gonçalves, colaboradora del proyecto.
Según datos de los organizadores del laboratorio (la Secretaría General Iberoamericana y el Gobierno de la provincia de Santa Fe) el 78% de las muertes violentas de personas trans suceden en América Latina.
Por ello, se está diseñando un mapa interactivo y una aplicación donde los afectados serán los encargadas de introducir y catalogar los lugares.
Lorraine, transexual brasileña y colaboradora también del proyecto, recuerda que el colectivo encuentra dificultades a la hora de acudir a hospitales o ambulatorios, donde, a veces por discriminación y otras por falta de conocimiento, no reciben un tratamiento adecuado.
“En Brasil se dan muchas ocasiones en las que ves a personas trans ensangrentadas frente a un hospital y nadie quiere atenderles”, denuncia.
En ese sentido, insiste en que la función última del mapa es “ayudar a personas que están en situación de riesgo de vida”, donde también incluye “persecuciones y asesinatos”.
“Este mapa pretender proteger a un colectivo minoritario con perspectiva de género y sexualidad”, precisa antes de recordar la necesidad de que las trans que se dedican a la prostitución estén “muy presentes” en el proyecto.
Según explica, existen “muchas personas transexuales que se ven obligadas a ejercer la prostitución, que se organizan en colectivos para protegerse de lo que pueda pasarles”, por lo que considera que su presencia en el mapa “es muy importante”.
Para el subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual del Gobierno de la provincia argentina de Santa Fe, Esteban Paulón, el mapa supone “una enorme posibilidad de apoyar la creación de una herramienta que, sin ánimo de exagerar, puede salvar muchas vidas en el continente”.
“Hay mucha normativa y muchas políticas públicas, pero aún falta un click social para lograr la igualdad real”, indica a Efe.
Paulón analiza el panorama latinoamericano en cuanto a los derechos de estas personas y la realidad que enfrentan en sus países y asegura que “Argentina, Rosario y Santa Fe en particular están en un lugar de privilegio”.
“Sin embargo nuestro gran vecino, Brasil, es el país con más crímenes de odio hacia la población trans en el mundo, y en Centroamérica hay una avanzada muy grave de los sectores evangélicos generando un discurso de odio y de discriminación que sigue causando muchas vidas”, lamenta.
En definitiva, subraya Paulón, “aún queda mucho camino por recorrer” ya que “la situación de las personas trans dista mucho de ser la ideal”.