La preemergencia fue decretada por “las malas condiciones de ventilación y con el objeto de resguardar la salud de la población”, indicó un comunicado de la Intendencia (Gobernación) de Santiago, difundido el sábado por la noche.
El dictamen prohíbe la circulación de cerca del 20% del parque automotor de la ciudad -unos 300.000 vehículos- y ordena la paralización de las fuentes fijas industriales.
Además, recomienda evitar la actividades físicas al aire libre y suspender las clases de gimnasia en los centros de estudio.
La preemergencia se dispone cuando los 11 centros de monitoreo del aire de la ciudad se encuentran en niveles de polución en el rango de 3000 a 499 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico.
A partir de 500 se decreta emergencia ambiental.
Santiago padece por la contaminación en invierno a causa del “encajonamiento” geográfico de la capital chilena, ubicada en un valle rodeado de cerros y la Cordillera de los Andes.
Santiago está catalogada como una de las capitales más contaminadas de la región.