Manuel es uno de los santeros que ofrecen sus servicios en el Mercado de Sonora de la Ciudad de México, donde en 44 locales se venden “como pan caliente” todo tipo de artículos y objetos esotéricos y místicos que los creyentes buscan para “conseguir” amor, dinero, trabajo y abundancia en el año que está por llegar.
“A principios de diciembre, las personas comienzan a pedirnos un buen ritual”, explica a Efe Manuel, quien asegura que de diez clientes que lo visitan ocho buscan resolver sus problemas económicos, y el resto cuestiones de salud y sentimentales. En el pasillo número ocho del mercado se sucede la “magia”. Ahí trabaja Luz Aura Menchis, mejor conocida como la bruja Aura, leyendo las cartas del tarot egipcio a quienes buscan conocer su suerte en el 2018.
“Hay gente que viene arrastrando problemas desde este año y quieren saber si todas sus situaciones legales se van a componer”, comenta la bruja nacida en la región de Catamaco, en Veracruz, un estado conocido por sus creencias sobre brujería y hechicería. En su pequeño local de dos pisos, la bruja Aura muestra a Efe uno de los rituales que recomienda a sus clientes para limpiar su casa. Para ello levanta una copa de barro negra, con polvo de mirra, incienso y copal encendido, y con el humo que desprende la mezcla invita a los dioses de su altar a visitar su negocio.
“Dios todopoderoso, yo vengo limpiando mi negocio de toda oscuridad y de toda brujería”, relata la bruja, quien comparte el local 199 con Amelia Salazar Vázquez, conocida como la bruja Emily, quien lleva 60 años quitando angustias, tristezas, depresiones y problemas de salud a sus clientes.
En el Mercado de Sonora, los creyentes compran con pesos mexicanos dólares estadounidenses de plástico y papel que adornan paquetes que contienen una mazorca de elote seca pintada de color dorado y plateado.
El paquete es colgado como amuleto en la cocina de la casa para mantener “el vestido, el dinero, el trabajo y el sustento”. También se venden por 70 pesos mexicanos (3,55 dólares) las llamadas canastas de la abundancia, que contienen doce veladoras de distintos colores decoradas con diferentes semillas. Los devotos prenden todas las veladoras en un ritual de año nuevo, y después las apagan para encenderlas de nuevo, una por una, el primer día de cada mes.
“La función principal es sacar este 2017 con luz y recibir el 2018 con luz”, comenta el santero Manuel con respecto a la canasta de la abundancia. La bruja Aura agrega que las veladoras son importantes en los rituales de año nuevo por que “iluminan” el camino de los creyentes.
Otro de los rituales que los santeros y brujas recomiendan a sus clientes se realiza con una veladora dorada, en la que las personas escriben, con la ayuda de una aguja, todos sus deseos y la decoran con doce monedas doradas para después encenderla en el último día del año. “Vienen siempre por rituales; por eso es muy importante que cualquiera que saque de internet una receta confirme su autenticidad”, señala Alfonso Espejel un santero, que asegura que incluso en el Mercado de Sonora la gente puede recibir “gato por liebre”.