Estas bombas, que no deberían estar en funcionamiento, se detuvieron el domingo por la tarde. Sin embargo, los sótanos de dos edificios ya estaban inundados.
TEPCO evaluó en 203 metros cúbicos la cantidad de líquido derramado en estos lugares de incineración situados no muy lejos de los reactores, pero que deberían permanecer secos.
El agua de los dos edificios cuenta con un elevado porcentaje de cesio radioactivo equivalente a 37 millones de becquereles por litro.
La compañía, que asegura que el agua no salió de los edificios, prometió una investigación para comprender los motivos de este error.
La gestión del agua contaminada es el problema más grave al que se enfrenta actualmente la compañía, que no sabe qué hacer con los cientos de miles de toneladas acumuladas en los edificios y en los depósitos instalados en la central arrasada por el tsunami del 11 de marzo de 2011.