Los convictos, arrestados a finales de mayo por la Marina de Birmania en las costas del país cuando trasladaban a más de 200 personas en su barco, vulneraron las leyes de Inmigración, según consideró el juez en una vista celebrada el pasado lunes en la ciudad de Maungdaw.
Los 20 marineros, además, están pendientes de otra acusación por el delito de tráfico humano, informa el portal de noticias del canal “Democratic Voice of Burma”.
En el barco viajan bangladeshíes y miembros de la minoría musulmana rohinyá, que vive mayoritariamente en el estado birmano de Rakhine pero que es perseguida por las autoridades de Birmania que los considera inmigrantes ilegales bengalíes.
Birmania se ha negado a reconocer cualquier relación entre la crisis migratoria que afecta la región y la discriminación a la que somete a la minoría rohinyá, que tiene la libertad de movimientos limitada y es obligada a vivir segregada del resto de la población.
La crisis de inmigrantes ilegales en la región estalló a finales de mayo después de que Tailandia actuase para desarticular las bandas de traficantes de personas que operan en su territorio.
Malasia también informó del hallazgo en el norte del país de 28 campos clandestinos con 139 tumbas con los restos de presuntos inmigrantes víctimas del tráfico de personas.
Unas 25.000 personas zarparon en barcos desde Bangladés y Birmania hacia Tailandia, Malasia e Indonesia durante el primer trimestre de 2015, el doble del número registrado en el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).