En una sesión especial, el oficialismo, que cuenta con mayoría en la Cámara de Diputados, buscará ratificar el convenio firmado en febrero pasado entre el Gobierno de Cristina Fernández y Repsol.
Este será el ultimo trámite para oficializar un convenio que ya fue aprobado por el Senado argentino y el Consejo de Administración de Repsol.
En las primeras intervenciones, diputados opositores avanzaron los motivos por los que votarán en contra, como por ejemplo los costes ambientales para Argentina no contemplados en el convenio o la poca transparencia en el proceso de tasación de la petrolera estatal argentina.
“La valuación del tribunal de tasaciones tiene muchas falencias técnicas (errores técnicos)” y “peca de poca transparencia”, defendió el exministro de Economía y diputado opositor Martín Lousteau, de la coalición de centroizquierda Unen.
Por el contrario, desde el oficialismo destacaron la importancia del acuerdo para generar confianza entre los inversores.
El diputado del gobernante Frente para la Victoria Mario Metaza describió el pacto como “tremendamente beneficioso” y aseguró que “consolida la confianza en el país” y crea “un clima favorable de inversión”.
Una vez que reciba el visto bueno en la Cámara de Diputados, el acuerdo entrará en vigor con la emisión del menú de bonos públicos que se terminarán de saldar en 2033, por un valor total de 5.000 millones de dólares.
YPF está bajo control del Estado argentino desde mayo de 2012, cuando el Parlamento aprobó la expropiación del 51 % de las acciones de la petrolera a la española Repsol, que mantiene una participación del 12 % en la mayor productora de hidrocarburos del país suramericano.
La petrolera argentina registró el año pasado un beneficio neto de 5.681 millones de pesos (más de 514 millones de euros), con un alza interanual del 45,6 por ciento.