El ataque ha sido reivindicado por los yihadistas, que hace menos de dos semanas mataron a 148 personas en la Universidad de Garissa, en el noreste de Kenia.
A mediodía, un número indeterminado de hombres armados entró en el recinto y comenzaron a escucharse explosiones y disparos, aunque poco después las tropas de la Unión Africana llegaron al lugar y mataron a los asaltantes.
Los edificios gubernamentales son un objetivo recurrente de Al Shabab, que en los últimos años ha atacado en numerosas ocasiones el Palacio Presidencial, el Parlamento y varios hoteles muy frecuentados por políticos y diplomáticos somalíes.
El pasado 27 de marzo Al Shabab puso un coche bomba en el hotel Maka al Mukarama de Mogadiscio, tras lo cual varios terroristas entraron en el edificio y mataron a una veintena de personas antes de que las Fuerzas de Seguridad retomaran el control de la situación y mataran a los milicianos.
En lo que va de año, medio centenar de personas ha muerto en la capital de Somalia como consecuencia de los ataques de Al Shabab, que, a pesar de haber perdido gran parte de su territorio e influencia en el suroeste del país, todavía tiene cierta capacidad operativa para cometer atentados.