KABUL. Los talibanes lanzaron tres ataques simultáneos el domingo en Kabul contra el Parlamento y el barrio de las embajadas, al tiempo que fuera de la capital, dos atentados suicida golpearon edificios del gobierno y un aeropuerto que alberga una base de la OTAN.
Poco después, los talibanes también atacaron un campamento de entrenamiento de la policía en la ciudad de Gardez, en el este. En conversación telefónica con la AFP, el portavoz de los talibanes Zahibulá Mujayed, aseguró que los ataques son el comienzo de su “ofensiva de primavera”.
El portavoz declaró que la ofensiva es además un mensaje al gobierno de Kabul y a sus aliados militares occidentales, “que creían que nosotros no lanzaríamos una ofensiva de primavera. (...) Los ataques de hoy (domingo) son el comienzo de nuestra ofensiva de primavera”.
Varios asaltantes trataron de entrar en el recinto del Parlamento pero, repelidos por las fuerzas de seguridad que lo protege, se replegaron en un edificio adyacente, desde el que dispararon, según Qudratullah Jawid, portavoz del Parlamento.
Varios parlamentarios se sumaron a las fuerzas de seguridad en los combates contra los talibanes, informó a la AFP el diputado Mohammad Naeem Lalai.
“Algunos parlamentarios, incluído yo y mis guardaespaldas, luchamos contra los atacantes, que tomaron un inmueble frente a la sede del legislativo”, que se hallaba en plena sesión, precisó el legislador.
Por otra parte, otros asaltantes, algunos de ellos equipados con chaquetas llenas de explosivos, tomaron un hotel recientemente construido, una parte del cual estaba en llamas, indicaron testigos a la AFP.
El Kabul Star Hotel se sitúa en el corazón de un barrio del centro que alberga también una base militar estadounidense importante, las oficinas de Naciones Unidas y el palacio del presidente Hamid Karzai.
Al menos un asaltante murió en los intercambios de disparos en Kabul, según la policía.
En el mismo momento, un atentado suicida seguido por disparos fue perpetrado en la provincia de Logar, vecina de Kabul, contra edificios del gobierno, según la policía.
Unos minutos más tarde, varias personas resultaron heridas cuando dos kamikazes detonaron sus cargas explosivas a la entrada del aeropuerto de Jalalabad, en el este, que alberga una de las bases aéreas más importantes de la fuerza internacional de la OTAN (ISAF), tomada por el ejército estadounidense que supone más de los dos tercios de sus efectivos en todo el país, según la policía.
En total, eran cuatro kamikazes pero los otros dos resultaron heridos por las fuerzas de seguridad que los detuvieron, declaró a la AFP el general Jahangir Azimi, jefe de la policía del aeropuerto de Jalalabad.
En el barrio del centro de la capital donde se encuentras las embajadas, a media tarde seguían resonando intensos intercambios de disparos de armas automáticas y lanzacohetes, según los periodistas de la AFP cuya oficina se encuentra en el corazón de ese barrio, cerca de la embajada de Estados Unidos.
La representación diplomática estadounidense activó sus alarmas y pidió por altavoz a su personal ponerse a cubierto.
El personal diplomático quedó confinado en el interior de la embajada, y no hubo ningún herido, informó luego un portavoz de la embajada.
La embajada alemana quedó dañada por el ataque, pero no se tenía información sobre ningún herido, informó a la AFP una portavoz del ministro alemán de Exteriores.
El rudo invierno (boreal) afgano, muy riguroso, es a menudo aprovechado por los insurgentes talibanes para “reposarse”, pero las ofensivas de los rebeldes, cuya guerrilla gana en intensidad y se extiende a todo el país en los últimos años, se reanuda generalmente al inicio de la primavera, cuando el deshielo libera los pasos montañosos de la frontera con Pakistán.
Poco antes de la conversación telefónica, Mujayed envió un mensaje de texto a la AFP en el que reivindicaba los tres ataques coordinados perpetrados a mediodía en Kabul, así como los atentados llevados a cabo en Logar, no lejos de la capital, en Jalalabad y en Gardez, en el este del país.
En septiembre del año pasado, ataques de los talibanes cuyos objetivos incluyeron la embajada estadounidense y la sede de las tropas extranjeras en Kabul mataron al menos a 14 personas durante un asedio de 19 horas.
En agosto, nueve personas, incluido un soldado de las fuerzas especiales, murieron en un ataque suicida contra el centro cultural británico.
La OTAN tiene desplegados unos 130.000 soldados en apoyo del gobierno del presidente Hamid Karzai contra la insurgencia talibán, pero se retirarán antes de finales de 2014, pasando el control a las fuerzas afganas.