El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, señaló que uno de los objetivos de su Gobierno es convertir el turismo en una vía para "poner a Bolivia en el mundo", por lo que adelantó que próximamente habrá "noticias" sobre visas e impuestos destinados a "facilitar" el trabajo del sector.
Asimismo, destacó que "el turismo es fuerte si sus reglas son claras, si la atención a cada turista es buena".
Por su parte, Martín Vargas, fundador de la iniciativa 'Una gran nación', señaló que el desarrollo de la marca país "va más allá de diseñar una identidad visual" y consiste en un conjunto de "acciones estratégicas" para cambiar la narrativa sobre cómo Bolivia se ve a sí misma y cómo la percibe el mundo.
Entre los ejes que destacó está el fortalecimiento de la institucionalidad turística, cultural y gastronómica, la construcción de una identidad de país, el fomento de la identidad nacional, el posicionamiento digital de destino y la capacitación del sector.
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Vargas también mencionó que "con una estrategia" adecuada Bolivia puede "superar los 3.000 millones de dólares" de ingresos por ese conjunto de actividades, además de tratarse de una "herramienta poderosa para lograr cohesión social".
En el inicio de su Gobierno, Paz tuvo acercamientos con EE.UU. con miras a la normalización de las relaciones bilaterales suspendidas a nivel de embajadores desde 2008, junto a la liberación de visas para estadounidenses que decidan visitar Bolivia, entre otras medidas.
También constituyó el Ministerio de Turismo Sostenible, Culturas, Folklore y Gastronomía como una forma de potenciar el sector.
En la presentación, realizada en la ciudad de Santa Cruz, el sector turístico dio a conocer un "manifiesto" con varios ejes de trabajo, entre ellos institucionalidad y gobernanza del turismo, facilitación migratoria, seguridad turística, promoción internacional y regulación de la oferta, entre otros aspectos que consideran prioritarios.
También se alertó sobre el declive del turismo en los últimos años, calificado como "crítico", debido a una caída del 60 % de la actividad. Hace casi dos décadas el país recibía alrededor de un millón de visitantes y ahora llegan apenas 200.000 al año.
