En un discurso difundido con motivo del Día de la Constitución, Oli advirtió que el texto "está siendo atacado gravemente" y sostuvo que representa "la línea de futuro que el pueblo nepalí trazó para sí mismo" tras siete décadas de lucha. "Nuestra soberanía es nuestra existencia, y la Constitución es el escudo de nuestra libertad", afirmó en su perfil de Facebook.
El exmandatario rechazó que su gobierno hubiera ordenado a la policía disparar contra los manifestantes durante las protestas y exigió una investigación sobre el uso de armas automáticas que, dijo, no estaban en manos de las fuerzas de seguridad. "El gobierno no había ordenado disparar contra los manifestantes. Debe investigarse el incidente en el que se disparó con armas automáticas que no estaban en posesión de la policía", señaló.
Oli recordó además que los organizadores de las protestas habían denunciado la presencia de "infiltrados" que desataron la violencia, en una marcha que ha destacado como pacífica en su inicio y que terminó con un balance de 72 muertos y más de un millar de heridos.
El ex jefe de Gobierno vinculó también los disturbios posteriores a su renuncia, que tuvo lugar el pasado martes en la jornada más violenta de las protestas, con un intento de socavar la identidad nacional, al denunciar incendios en edificios institucionales y la quema de símbolos del Estado, incluidos el Parlamento, tribunales, ministerios y el mapa de Nepal.
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Sin dar más detalles, Oli aludió a "conspiraciones" detrás de la violencia y cuestionó si el país "se estaba construyendo o destruyendo" con el levantamiento. En su comunicado, agregó que será la nueva generación la que termine por comprender el alcance de lo ocurrido y las consecuencias de las movilizaciones.
Por último, el líder del UML (el Partido Comunista Marxista-Leninista Unificado) evocó, en una señal de advertencia a los jóvenes, la figura histórica de Kaji Bhim Mall, un ministro ejecutado en el siglo XVII tras ser acusado de conspiración, alegando que las traiciones internas y los descontentos exagerados solo conducen al arrepentimiento.
Su mensaje llega en plena formación de un Ejecutivo interino encabezado por la exjueza Sushila Karki, primera mujer en ocupar el cargo, que deberá pilotar la transición hasta las elecciones legislativas de 2026, mientras Nepal busca recuperar la normalidad tras los disturbios con oficinas improvisadas en carpas y ministerios quemados que ya han sido reubicados temporalmente.