Las movilizaciones tuvieron lugar en São Paulo, Brasilia o Río de Janeiro, donde los manifestantes desfilaron bajo los colores verde y amarillo de la bandera nacional y exhibiendo carteles, dando las gracias al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El gran ausente de estas manifestaciones fue el propio Bolsonaro. El exmandatario de 70 años, investigado por presunta obstrucción a su juicio por intento de golpe de Estado, debe usar un brazalete electrónico, quedarse en casa las noches y los fines de semana, y tiene prohibido utilizar redes sociales.
“Él no puede hablar, pero nosotros podemos hablar por él”, dijo el congresista Marco Feliciano, arengando a los manifestantes reunidos en la Avenida Paulista, la emblemática arteria de São Paulo, donde tuvo lugar la principal manifestación el domingo.
Un miembro del entorno de Jair Bolsonaro envió a la AFP un video del expresidente (2019-2022), en bermudas y con la camiseta de la selección brasileña de fútbol, viendo imágenes de las protestas en su teléfono.
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Acusado de conspirar para mantener su poder a pesar de su derrota electoral de 2022 ante el actual presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, se expone a ser condenado a una larga pena de prisión en un proceso que se prevé que concluya en las próximas semanas.
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“Violador de los derechos humanos”
El miércoles, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones financieras al juez de la corte suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, quien está a cargo del juicio y también es criticado por los bolsonaristas por su lucha contra la desinformación, que equiparan con “censura”.
El mismo día, Trump invocó una “caza de brujas” contra su aliado sudamericano de extrema derecha para imponer un recargo arancelario del 50% a productos brasileños importados por su país, una medida que entrará en vigor el 6 de agosto.
En la playa de Copacabana, donde tuvo lugar la manifestación en Río de Janeiro, Flavio Bolsonaro, hijo mayor del expresidente, celebró las sanciones impuestas al juez Moraes: “La mayor democracia del mundo lo ha designado como un violador de derechos humanos”.