Eslovenia aprueba el suicidio asistido a pacientes incurables con sufrimiento insoportable

ZAGREB.- Eslovenia ha adoptado una ley que permite el suicidio asistido para pacientes adultos con enfermedades incurables y sufrimiento insoportable, excepto casos de enfermedades mentales, tras un referéndum consultivo y años de debate social y parlamentario, informó este sábado el diario Delo de Liubliana.

Cerca de 1.300 personas fueron acompañadas el año pasado por la asociación suiza Exit para cumplir con su voluntad de morir de forma digna y acceder con ese fin a un suicidio asistido, un acto que la ley en Suiza permite bajo ciertas condiciones.
Cerca de 1.300 personas fueron acompañadas el año pasado por la asociación suiza Exit para cumplir con su voluntad de morir de forma digna y acceder con ese fin a un suicidio asistido, un acto que la ley en Suiza permite bajo ciertas condiciones.Shutterstock

La ley fue aprobada el viernes por el Parlamento con 50 votos a favor, 34 en contra y tres abstenidos, después de un referéndum consultivo celebrado el año pasado, en el que un 55 % de los votantes se declararon a favor de una ley que regulara el suicidio asistido.

La nueva legislación otorga a pacientes adultos lúcidos -con capacidad para tomar sus propias decisiones- el derecho a terminar voluntariamente con su vida si padece un sufrimiento físico o un estrés psicológico insoportable debido a una enfermedad incurable grave u otro deterioro permanente de la salud.

Este derecho podrá ejercerse también si el tratamiento no genera una expectativa razonable de recuperación o mejora.

Sin embargo, no podrá ejercerse debido a un sufrimiento insoportable propio de una enfermedad mental.

De acuerdo con la ley, el paciente deberá presentar una solicitud respectiva al médico dos veces, que éste remitirá a la comisión de asistencia para la finalización voluntaria de la vida, junto con su opinión.

La comisión designará a un médico independiente para evaluar el estado del solicitante y a un psiquiatra para valorar su capacidad para tomar decisiones.

Los pacientes deberán ingerir o inyectarse por sí mismos la sustancia legal para acabar de forma voluntaria con su vida, y el personal sanitario -desde enfermeros y médicos hasta farmacéuticos- podrá optar por no participar en el proceso.

La ley entrará en vigor dos semanas después de su publicación oficial, pero pasarán otros seis meses de período transitorio antes de que pueda aplicarse en la práctica.

Esta normativa es resultado de años de esfuerzos de grupos a favor de una muerte digna, que realizaron una intensa campaña para que la ley llegara al Parlamento del país de la Unión Europea de dos millones de habitantes.

Los grupos conservadores y la Iglesia Católica reaccionaron con sus propias campañas, centradas en la sacralidad de la vida desde el nacimiento hasta la muerte natural, y en la necesidad de mejorar primero los cuidados paliativos.

Los partidos de la izquierda en el gobierno, como los socialdemócratas (SD), consideraron que la ley es una expresión de la compasión que contribuye a la libertad y a la dignidad humana.

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