“Desde Argentina hasta Nueva Zelanda, más de 124.000 personas se unieron a la campaña de AI para que la policía garantice que el Orgullo de Budapest se celebre sin obstáculos el sábado”, aseguró la ONG en un comunicado publicado este miércoles.
AI recuerda que la mayoría parlamentaria del partido gobernante, el Fidesz, presidido por el primer ministro, Viktor Orbán, “restringió ilegalmente el derecho a la libertad de reunión pacífica en primavera”.
El Gobierno de Orbán aprobó en marzo y abril pasados una serie de reformas legales y constitucionales para poder prohibir la Marcha del Orgullo en la capital húngara.
Éstas normas prohíben celebrar manifestaciones que representen la homosexualidad o minorías sexuales, por considerar que puede significar una violación de los derechos de los niños y ponen en peligro su desarrollo que el Gobierno considera “adecuado”.
Los que a pesar de las prohibiciones participan en estas marchas o eventos, podrían ser multados por la policía, que también tiene previsto utilizar sistemas de reconocimiento facial.
No obstante, el alcalde progresista de Budapest, Gergely Karácsony, anunció que la capital húngara celebrará, dentro de la ‘Fiesta de la Libertad’ y como un evento municipal el ‘desfile del Orgullo de Budapest’.
Al tratarse de un evento municipal, la ciudad no está obligada a anunciarlo ante la Policía y así tampoco se podrá prohibir, argumentó el alcalde, algo que fue discutido por las autoridades del país.
“Desde hace años, el Gobierno intenta estigmatizar y -mediante leyes ilícitas- imposibilitar” la vida de las minorías sexuales y de las ONG en el país centroeuropeo, dijo en el comunicado Dávid Víg, director de AI en Hungría.
La restricción del derecho a reuniones pacíficas “es el último capítulo de este proceso”, denuncia la ONG, que estará presente en la Marcha del Orgullo este sábado.
Los organizadores del evento han informado que en la marcha se espera la participación de decenas de políticos extranjeros, entre ellos unos 70 eurodiputados.
También se espera que el ministro español de Cultura, Ernest Urtasun acuda a la concentración, así como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.