En un momento de máxima tensión en Oriente Medio, el papa León XIV elevó su voz para advertir sobre los peligros de la guerra y reclamar un urgente retorno a la diplomacia entre Irán e Israel. “Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto”, expresó con firmeza el pontífice durante su mensaje dominical en X.
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León XIV subrayó que todo miembro de la comunidad internacional tiene la obligación moral y política de actuar para evitar una tragedia de gran escala. “La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado”, sentenció.
El Papa instó a las naciones involucradas y a las potencias globales a abrir canales de diálogo real y efectivo. “¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!”, exclamó. Su llamado apunta directamente a los líderes de Irán e Israel, pero también a quienes podrían mediar para evitar una catástrofe regional.
El Vaticano ha mostrado creciente preocupación ante la escalada militar en la región, marcada por ataques y represalias que han puesto en vilo a la comunidad internacional. Naciones Unidas, la Unión Europea y otros organismos han pedido contención, pero la advertencia papal busca apelar no solo a los gobiernos sino también a la conciencia de los pueblos.
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“Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad de evitar el sufrimiento inútil de poblaciones inocentes”, insistió León XIV, recordando que las guerras no solo destruyen ciudades y vidas, sino también la confianza entre naciones, condenando al mundo a ciclos de violencia sin fin. Su mensaje cierra con una exhortación urgente: detener la guerra antes de que deje marcas imborrables en la historia de la humanidad.