El presidente del Medef, la gran organización patronal francesa, Patrick Martin, lanzó hoy un mensaje dirigido a las autoridades de su país para desbloquear su posición sobre el acuerdo Mercosur-UE porque Latinoamérica es su prioridad para abrirse a nuevos mercados, necesario dada la situación económica.
Martin, en una entrevista con la emisora Radio France Internationale (RFI), señaló que ante el contexto de muy bajo crecimiento en Francia y de tensiones comerciales con Estados Unidos desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, lo que hay que hacer es “ampliar nuestros mercados”.
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“Hay que acelerar sobre todo con Mercosur”, añadió antes de reconocer que “hay que corregir ciertas cosas” en el acuerdo firmado a finales del pasado año entre la Unión Europea (UE) y el bloque sudamericano, “en particular las cláusulas espejo” sobre las reglas medioambientales.
Ampliar mercados
El presidente del Movimiento de Empresas de Francia (MEDEF) afirmó que “hay un creciente interés por parte de las empresas” por una serie de destinos, incluidos países asiáticos, e hizo hincapié en su prioridad: “empecemos por Latinoamérica”.
El Gobierno francés y el presidente, Emmanuel Macron, se oponen de forma tajante al compromiso alcanzado entre la UE y Mercosur en diciembre, sobre todo porque consideran que sería dañino para sus agricultores, que tendrían que afrontar la competencia de sectores como la carne de vacuno o de pollo y el azúcar de caña.
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Su argumentación es que el acuerdo en la práctica permitirá que el mercado europeo se vea inundado con producciones que no han cumplido las mismas reglas sanitarias y medioambientales que las que se exigen a los agricultores europeos, y por eso París exige que se añadan las llamadas “cláusulas espejo”.
Los responsables franceses, que tienen el apoyo de prácticamente todo el espectro político en el interior, están tratando de conformar una minoría de bloqueo entre los países de la UE que impida su entrada en vigor.
Cláusulas espejo
Sin embargo, para el Medef se tienen que buscar formas de estimular la actividad de las empresas francesas en el exterior, teniendo en cuenta las perspectivas económicas mediocres.
En un informe de coyuntura publicado ayer, el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) estima que la economía francesa crecerá este año únicamente un 0,6%, menos todavía que el 0,7% que espera el Gobierno, que revisó a la baja en abril su propia previsión, que era del 0,9% en enero y estaba por encima del 1% antes.
Martin atribuyó esas malas cifras, sobre todo al hecho de que “las cuentas públicas no están bajo control” y a la fragmentación política, que genera inestabilidad y conduce a las empresas a aplazar la toma de decisiones.
Sobre todo, quiso destacar que dentro de la UE “hay países que van muy bien”, y se refirió en particular a Polonia que va a crecer este año “seis veces más que Francia”, y a España, que lo va a hacer “cinco veces más”.