En una entrevista Telefe Noticias, Nora Leguizamón expresó su profundo dolor y su búsqueda de justicia por la muerte de su hermana Laura Leguizamón, en el caso conocido como “la masacre de Villa Crespo”, en el que Laura asesinó a su pareja, a sus dos hijos y después se suicidó.
“Mi hermana era feliz, buena madre, buena amiga. Esto me partió al medio. Mi cuñado era una gran persona. Las dos familias estamos devastadas. Mi hermana siempre fue la que resolvía todo. Súper Laura. Y creo que esa exigencia le jugó en contra”, remarcó.
Explicó que los problemas de salud mental de Laura empezaron hace aproximadamente un año.
“Esto empezó el año pasado. Decía cosas que no tenían sentido. Empezó a desvariar y a tener pensamientos erráticos... Que la iban a echar del trabajo, que iba a terminar presa. Cosas que nada que ver. Mi hermana hacía 30 años que trabajaba ahí. Mi cuñado hasta llamó a la empresa para verificar qué había pasado y no había ningún problema”, reveló.
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Laura y las consultas con psiquiatras
Agregó que a partir de los episodios registrados, Laura empezó un tratamiento con psiquiatras que le ayudaron a sobrellevar la situación.
“A partir de eso, consultaron con un equipo de psiquiatras y Laura comenzó un tratamiento. Durante un año estuvo bien. Pensaron que había sido estrés. Pero semanas antes de Pascua, empezó a mostrar nuevamente síntomas, aunque de forma más leve. Adrián dijo que este último episodio lo podía controlar. Lo había minimizado. Nadie hacía prever este tipo de reacción de Laura”, detalló.
Señaló que pese al tratamiento, a Laura le era muy difícil aceptar que estaba enferma.
“Estaba enferma, claramente. Pero era muy difícil que lo aceptara. Creo que ella misma minimizó la situación. Y cuando no podés más, la mente hace cosas que no se entienden. Somos una familia muy querida en el barrio, vivimos ahí desde hace más de 50 años. Pero las reacciones de la gente duelen. Hay mucho juicio y poco entendimiento”, lamentó.
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Nora indicó que quiere que el episodio sirva para prestar atención a las personas que atraviesan por una situación similar a la que estaba pasando Laura con su enfermedad mental.
“Me gustaría que esto sirva para prestar atención. Para que nadie más llegue a un lugar así. Porque yo tampoco pude ver la magnitud de lo que pasaba. Y eso me duele todos los días. Mi hermana jamás les habría hecho daño a mis sobrinos. No era ella. Estaba enferma. Y la mente, cuando colapsa, hace cosas que no se entienden”, cerró.