La Capilla Sixtina permanecerá cerrada y vigilada desde mañana por la Guardia Suiza mientras los 133 cardenales, en su interior, debaten o votan para elegir al nuevo pontífice.
Pero un cardenal será el encargado de abrir y cerrar con llave los pórticos cuando se requiera. Se trata del cardenal indio George Jacob Koovakad (51), el último de la Orden de los Diáconos, según EFE.
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Koovakad ha figurado en el servicio diplomático del Vaticano, con presencia en Argelia, Corea del Sur, Irán, Costa Rica y Venezuela.

Coincide con las posturas del papa Francisco sobre la protección del medio ambiente, el fomento de la fraternidad humana y la ayuda a los pobres y marginados.
Los purpurados estará alejados del exterior al menos hasta que hayan elegido al próximo pontífice. Se espera que la elección dure entre dos o tres días.
Tanto Benedicto XVI como Francisco habían sido designados en el segundo día de votaciones.