Combinado con seis semanas de intensos ataques, el bloqueo “ha dejado a los civiles sin los suministros esenciales que necesitan para sobrevivir”, indicó la centenaria organización, especializada en la atención humanitaria en zonas en guerra.
“Los civiles luchan a diario por sobrevivir a las hostilidades, afrontar el incesante desplazamiento, y la privación de asistencia humanitaria urgente. No se puede permitir que esta situación empeore aún más”, señaló el subdirector de CICR para operaciones, Pascal Hundt.
La organización advirtió que en las actuales circunstancias algunos de sus programas sólo podrán funcionar unas pocas semanas más, incluidos los comedores comunes en los que la población recibe la única comida diaria que pueden permitirse.
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La situación también es límite en el hospital de campaña que Cruz Roja mantiene en Gaza, que está a punto de agotar sus alimentos y suministros médicos.
CICR recordó que el pasado mes 15 trabajadores humanitarios, sanitarios o de la defensa civil fueron asesinados, incluidos ocho médicos de la Media Luna Roja Palestina.
“Debe permitirse la entrada de ayuda a Gaza. Los rehenes deben ser liberados, los civiles han de ser protegidos, y a menos que se actúe de inmediato la Franja va a hundirse en un caos que los esfuerzos humanitarios no podrán mitigar”, advirtió la organización con sede en Ginebra.