Vargas Llosa obtuvo el Premio Cervantes en 1994, 30 años antes que Álvaro Pombo, e ingresó como académico en la Real Academia Española (RAE), a la que también pertenece el escritor español.
Pombo (Santander, 1939) recuerda que conoció a Vargas Llosa en las sesiones de la RAE: "Era un modelo de elegancia y caballerosidad. Era un modelo también de tolerancia en un mundo en el que los literatos a veces nos volvemos, sin proponérnoslo, dictadores'.
Destaca sus narraciones pero muy especialmente sus trabajos ensayísticos, por su visión "romántica y pragmática a la vez, de su tiempo".
"Era un escritor de escritores y también fue un escritor de miles de lectores que lamentarán hoy, como yo mismo, su desaparición inesperada", explicó a EFE Álvaro Pombo, que asegura que recordará a Vargas Llosa "como un genio, brillante, de la literatura pero también de la diplomacia espiritual.
"Fue un humanista universal" y, añadió, "un hombre comprometido de pies a cabeza, con la política de su tiempo y de su país, lo cual le costó mil sinsabores. Y también comprometido con la gracia narrativa de su propio país".
Las obras narrativas de Vargas Llosa “rezuman peruanismo y amor por su patria peruana’, reflexionó Pombo, que recibirá de manos del rey Felipe VI el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en español, el próximo 24 de abril.