A través de una orden ejecutiva, Donald Trump anunció que el secretario de Estado, Marco Rubio, “reformará el Servicio Exterior y la administración de las relaciones exteriores para asegurar la implementación fiel y efectiva de la agenda de política exterior del presidente”.
Recordó que cada empleado del Departamento de Estado que esté relacionado con la política exterior estadounidense está “bajo la dirección y autoridad del presidente”.
Titulada “Una voz para las relaciones exteriores de Estados Unidos”, la orden advierte que su incumplimiento “es motivo de falta disciplinaria, incluso de separación” del cargo.
La medida afecta a unos 80.000 empleados del Departamento de Estado en el mundo, incluidos diplomáticos de carrera y miles de civiles.
En apenas un mes de mandato, Trump ordenó congelar la ayuda exterior de Estados Unidos, con algunas excepciones, y está a favor de desmantelar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Lea más: ¿Han puesto los intereses de Elon Musk a Sudáfrica en el punto de mira de Trump?
Trump, en colaboración con su principal donante y aliado Elon Musk, se ha embarcado en una enorme reforma del gobierno federal, rastreando gastos públicos considerados como derroche o que no se alinean con sus políticas, como los programas que promueven la diversidad y la igualdad.