La ONG señaló que se trata de “un inicio de año sangriento, que continúa con la tendencia récord” de ejecuciones en 2024, cuando fueron ejecutadas 345 personas, la cifra más alta desde que hay registros en el país.
Asimismo, la ONG sostuvo que los cargos por los que fueron ejecutadas más de la mitad de las personas “no se encuentran entre los más graves según el Derecho Internacional”, al tratarse, sobre todo, de delitos relacionados con el tráfico de drogas y por motivos políticos.
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Agregó que el mes pasado se llevaron a cabo “dos ejecuciones masivas de 13 personas por cargos relacionados con el hachís”, sumando en total 20 personas ejecutadas por tráfico de drogas y dos ejecuciones políticas, pero se desconoce el resto de los cargos por el “ocultismo” del Ministerio del Interior saudí, denunció la ONG.
ESHOR recordó que 2025 comenzó con la ejecución masiva de seis ciudadanos iraníes por “contrabando de hachís”, algo que provocó que Irán convocara al embajador de Arabia Saudí en Teherán para protestar ya que estas ejecuciones alegando que “eran incompatibles con la trayectoria general de la cooperación judicial entre Irán y Arabia Saudí”.
Además de los seis iraníes ajusticiados el mes pasado, 28 fueron ciudadanos saudíes, tres jordanos, dos egipcios, un sudanés y un paquistaní, siendo La Meca la región donde se produjeron más ejecuciones.
Las nuevas cifras contrastan con las reiteradas promesas del país de limitar la pena capital, y, de hecho, Arabia Saudí ha incrementado las ejecuciones, incumpliendo las leyes internacionales sobre juicios justos y las salvaguardias para los acusados, de acuerdo a Amnistía Internacional.