La cadena proiraní Al Mayadeen anunció que su camarógrafo Ghassan Najjar y su ingeniero de radiodifusión Mohammad Reda murieron en un bombardeo israelí que alcanzó una “residencia de periodistas” en el sur de Líbano.
El ataque se produjo durante la noche en Hasbaya, una localidad que hasta no se había visto alcanzada por la intensificación de los bombardeos israelíes desde el 23 de septiembre, seguida de operaciones terrestres una semana después.
El mes pasado varios periodistas se trasladaron a ese municipio junto a otros equipos, según medios locales.
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La cadena de Hezbolá Al Manar indicó por su parte que su videorreportero Wissam Qassem también murió en el ataque.
Mueren tres periodistas en un “crimen de guerra”
El primer ministro libanés, Najib Mikati, y su ministro de Información, Ziad Makari, denunciaron un bombardeo “deliberado”, que calificaron de “crimen de guerra”.
Israel no comentó el bombardeo que, según el Ministerio libanés de Salud, también dejó tres heridos.
También se registraron bombardeos en la periferia sur de Beirut, uno de los bastiones de Hezbolá, donde dos edificios fueron destruidos y se desató un incendio, según la agencia de prensa libanesa ANI.
El ejército israelí afirmó que bombardeó un puesto fronterizo entre Líbano y Siria, alegando que Hezbolá lo utiliza para abastecerse de armas.
Los ataques en esa zona están “obstaculizando y poniendo realmente en peligro una verdadera cuerda salvavidas que la gente usa para huir del conflicto”, advirtió Rula Amin, portavoz para Oriente Medio de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Los cascos azules de la ONU desplegados en el sur de Líbano aseguraron lidiar con una situación “extremadamente difícil”, después de que el ejército israelí volviera a disparar esta semana contra una de sus posiciones.
“Carrera contrarreloj”
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió que la comunidad internacional está en una “carrera contrarreloj” para encontrar una “solución política” al conflicto en Líbano y evitar una “conflagración generalizada”.
En los mismos términos se expresó el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien afirmó que es “realmente urgente” llegar a una “solución diplomática”.
Hezbolá y el ejército israelí se han enfrentado en la zona fronteriza desde el 8 de octubre de 2023, cuando el movimiento chiita empezó a disparar cohetes hacia territorio israelí en apoyo al movimiento islamista palestino Hamás, que la víspera había lanzado un ataque de envergadura en el sur de Israel, que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza.
El ejército israelí concentró sus esfuerzos en el territorio palestino hasta mediados de septiembre, cuando desplazó el grueso de sus operaciones a Líbano para combatir a Hezbolá.
Al menos 1.580 personas han muerto en Líbano
El 23 de septiembre inició una campaña aérea y, una semana después, una operación terrestre en el sur del país, con el objetivo de permitir que los 60.000 habitantes del norte de Israel que tuvieron que abandonar sus hogares a causa de los incesantes tiros de cohetes de Hezbolá pudiesen regresar.
Al menos 1.580 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre, según un balance de AFP basado en datos oficiales.
Según el ministro libanés de Salud, Firas Abiad, 163 rescatistas y trabajadores médicos murieron en los bombardeos israelíes en el último año.
Según la ONU, el conflicto dejó al menos 800.000 desplazados.
El ejército israelí anunció diez bajas en dos días, lo que eleva a 32 el número de militares israelíes muertos desde que empezó la operación terrestre, según un balance establecido por AFP.
“Crímenes atroces” en Gaza
En la Franja de Gaza, un bombardeo israelí dejó 14 muertos y otro mató a seis personas en Jan Yunis, en el sur del territorio, según la Defensa Civil.
El norte de la Franja, donde Israel lanzó una ofensiva este mes, vive sus “horas más sombrías” marcadas por posibles “crimenes atroces”, afirmó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
“Nos enfrentamos a lo que podrían ser crímenes atroces, incluidos posibles crímenes contra la humanidad”, advirtió.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló a su vez que perdió contacto con el personal del hospital Kamal Adwan, el último que aún funciona en el norte de Gaza.
Cientos fueron arrestados en un centro sanitario
El Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza afirmó que cientos de personas fueron arrestadas en el centro sanitario, en Jabaliya, y que las fuerzas israelíes están en su interior.
La guerra en Gaza se desencadenó por la incursión de milicianos islamistas que el 7 de octubre de 2023 mataron a 1.206 personas, sobre todo civiles, y secuestraron a 251, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes que incluye a los rehenes muertos en cautiverio.
De las 251 personas secuestradas, 97 siguen cautivas en Gaza, pero 34 de ellas fueron declaradas muertas por el ejército.
En respuesta a ese ataque, Israel lanzó una ofensiva contra Hamás, que gobierna en Gaza desde 2007, que ya costó la vida a 42.847 palestinos -mayoritariamente civiles- en la Franja, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU.