“Estas madres, hermanas, mujeres, han contado que sus hermanos y maridos eran excepcionales. Yo también tenia un hombre excepcional, pero el perfil del violador puede estar en la familia, en los amigos”, dijo este miércoles Giséle Pelicot al volver a intervenir como testigo en el Tribunal de Aviñón (sureste).
Esta mujer, convertida en un auténtico símbolo feminista en Francia, explicó que cada día acude al juicio por todas las víctimas de violación y por aquellas mujeres y hombres que día tras día la apoyan, con aplausos en los juzgados y con mensajes a través de las redes sociales.
“He tomado conciencia de que no tengo que tener vergüenza, no tengo nada a reprocharme, he sufrido cien violaciones”, aseguró.