Frente a la Estación Central de Berlín, uno de los lugares más concurridos de Berlín y donde no para el flujo de taxis que recogen a viajeros para transportarlos hacia todos los puntos de la capital, de los diez coches del tradicional color beige con el indicativo amarillo ‘taxi’ que esperan clientes, sólo dos son de Mercedes-Benz.
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Otras marcas dominan la escena frente a la estación de la capital alemana, especialmente Toyota, que sumaba seis de los diez coches.
No hace tanto, los modelos Mercedes-Benz eran mayoría en la flota alemana de taxis, pero en la actualidad ya no es así, según contó a EFE el veterano taxista berlinés Matthias Martens.
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“Sobre todo en Berlín, pero también en el resto de Alemania, los ingresos del negocio del taxi son tan pequeños ahora que uno no puede costearse un coche caro, y por eso hay los Mitsubishi o Toyota. Uno ya no puede pagar los 70.000 euros de un coche de Daimler”, dijo Martens, al aludir a la empresa alemana fabricante de coches responsable de la marca Mercedes-Benz.
Mercedes-Benz en sus productos “premium”
“Además, hasta donde yo sé, en la empresa dicen que ya no quieren hacer más taxis porque quieren concentrarse en la sección de productos ‘premium’”, agregó este veterano conductor de una furgoneta Mercedes-Benz Vito, con la que recorre unos 40.000 kilómetros anuales.
Martens hizo referencia a las recientes decisiones que han tomado el presidente de Daimler, Ola Källenius y su equipo, quienes han reconocido que “los taxis simplemente no encajan con nuestros estándares de lujo”, según recogió el diario económico ‘Handelsblatt’.
Según datos recientes de Dataforce, una empresa dedicada al estudio de mercados, la venta de vehículos de la marca de la famosa estrella de Daimler se ha desplomado este año en el sector del taxi.
Así, sólo 127 vehículos de Mercedes-Benz de la Clase E -los modelos típicos en el sector del taxi hasta hace unos años- fueron autorizados para funcionar como taxis entre enero y agosto y de este año.
En total, 495 vehículos de la firma con sede en Stuttgart (suroeste) fueron autorizados en esos primeros ocho meses del año, una cantidad mucho menor que la que Dataforce atribuía a Volkswagen (1.745) y Toyota (1.006).
Cuando docenas de taxis Mercedes-Benz esperaban clientes
En este contexto, “es cosa del pasado el llegar a un aeropuerto y ver docenas de taxis Mercedes esperando a los recién aterrizados”, según señaló en sus páginas económicas hace unos días el diario muniqués ‘Süddeutsche Zeitung’.
En pocos años, en el mercado del taxi, se ha hecho cada vez más raro el ver vehículos de Mercedes-Benz como el que conduce Martens.
Si en 2019, la cuota del mercado era del 52 %, según Dataforce, actualmente la proporción es de apenas un 13 %.
Martens, sin embargo, se mantiene fiel a la marca de Stuttgart, pues dice que no piensa cambiar de vehículo, también porque lleva 15 años con su ‘Vito’ y asegura estar a punto de jubilarse, por lo que no le merece la pena pensar ni siquiera en cambiar de coche.
Apenas necesita reparaciones
“Estoy muy contento con mi Mercedes, porque es un vehículo que apenas necesita reparaciones, pues en quince años sólo he tenido que repararlo tres veces, lo que es muy poco”, según Martens.
“Pero es que además en la actual situación económica que tenemos, no podría cambiar de coche, porque aquí en Berlín, los ingresos del taxi se han reducido tanto, por motivos como la competencia de empresas como Uber, Bolt o como se llamen, que uno ya no puede comprar un coche de alta gama”, apuntó este taxista berlinés.
Actualmente un taxi Mercedes-Benz Clase E cuesta algo más de 50.000 euros.