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Los bombardeos contra la periferia sur de Beirut, bastión del movimiento chiita libanés, se producen al día siguiente de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusara al grupo proiraní Hezbolá de tratar de asesinarlo.
Israel anunció el sábado que un dron había sido lanzado desde Líbano hacia la residencia del dirigente, que no se encontraba en el recinto situado en Cesarea, una ciudad del litoral central del país.
Hezbolá no reivindicó el disparo, pero la misión iraní ante Naciones Unidas afirmó que el grupo chiita estaba detrás del ataque.
“Les digo a los iraníes y a sus aliados en el Eje del Mal: cualquiera que perjudique a los ciudadanos del Estado de Israel pagará caro por ello”, afirmó Netanyahu en un comunicado.
El ejército israelí afirmó que bombardeó un “centro de mando” de Hezbolá y una planta subterránea de armas en Beirut.
También anunció que mató a tres milicianos del movimiento libanés en otros ataques en el sur del país.
Poco después reportó 70 “proyectiles” disparados desde Líbano en cuestión de minutos, algunos de los cuales fueron interceptados.
Por su parte, Hezbolá dijo que derribó el domingo un dron israelí Hermes 450, sin precisar dónde. También anunció que había lanzado varias salvas de cohetes contra las fuerzas israelíes.
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Ofensiva en Gaza
En tanto, el ejército israelí anunció que prosigue sus operaciones en “el norte, el centro y el sur” de la Franja de Gaza, y que eliminó a “decenas de terroristas”.
Tanto Israel, Estados Unidos y la Unión Europea consideran a Hamás como una organización “terrorista”.
Al menos 73 personas murieron el sábado en Beit Lahia, en el norte de la Franja, en un bombardeo israelí, indicó la Defensa Civil. La oficina de prensa del gobierno de Gaza, bajo el mando de Hamás, confirmó el saldo de víctimas.
Los palestinos de esa región soportan “horrores indescriptibles”, afirmó la jefa interina de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya.
La guerra en Gaza estalló tras la incursión ese día de milicianos de Hamás que mataron en el sur de Israel a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y tomaron 251 rehenes, 97 de los cuales siguen cautivos, según recuentos basados en datos oficiales israelíes.
En la ofensiva de represalias israelíes contra Gaza murieron 42.603 palestinos, según datos del Ministerio de Salud de Gaza, considerados fiables por la ONU.