“Los agricultores palestinos, que dependen en gran medida de la cosecha de aceitunas para su subsistencia, se enfrentan a enormes desafíos, amenazas y acoso para acceder a sus olivos”, advirtieron los expertos en un comunicado conjunto.
Tal acoso, añaden, "socava aún más la independencia alimentaria de las familias y es un ataque más a la autodeterminación palestina".
Sólo en 2023, cerca de diez hectáreas de tierra cultivada con olivos en Cisjordania quedaron sin cosechar debido a las restricciones impuestas por Israel, lo que supuso la pérdida de 1.200 toneladas de aceite de oliva por valor de 9,2 millones de euros.
Además de estas pérdidas agrícolas, los colonos agredieron físicamente a los palestinos, incendiaron o dañaron sus propiedades y cosechas, robaron ovejas y les impidieron el acceso a sus tierras, al agua y a las zonas de pastoreo, provocando un número récord de palestinos desplazados tras verse obligados a abandonar sus hogares y tierras.
Según los expertos, se prevé que esta situación empeore este año, ya que las autoridades israelíes están revocando cada vez más permisos para que los agricultores puedan acceder a sus tierras en determinadas zonas de Cisjordania.
Ante esta situación, los expertos en derechos humanos pidieron a las autoridades israelíes que cesen de interferir en la cosecha de aceitunas de este año y concentrar sus esfuerzos en poner fin a su ocupación y desmantelar los asentamientos ilegales, según dictámenes de la Justicia internacional.
También les recordaron su obligación de reparar "plenamente" a todas las personas afectadas por los daños sufridos, entre otras cosas devolviendo las tierras y permitiendo que los palestinos desplazados regresen a sus hogares.
Entre los firmantes del comunicado están la relatora de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, y sus homólogos sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, y sobre el derecho al agua potable y al saneamiento, Pedro Arrojo-Agudo.