El régimen castrense, que detenta el poder desde febrero de 2021, indicó a través del diario oficialista The Global New Light of Myanmar que 164 personas murieron por las inundaciones en Naypyidó, 134 en la región de Mandalay, 78 en el estado nororiental de Shan, 5 en el estado de Kayin y 2 en la región de Bago y 1 en Ayeyawady.
Asimismo, indicó que 148.643 personas se han visto impactadas por los coletazos del tifón, que ya han cedido y que comenzó a impactar en Birmania (Myanmar) hace algo menos de dos semanas.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó en su última actualización el viernes que más de 300 personas han muerto, un centenar han resultado heridas y 887.000 se han visto afectadas, incluyendo aquellos previamente desplazados por el conflicto.
La ONU ha indicado que se trata de una de las peores inundaciones en Birmania en su historia reciente.
El baile de cifras es habitual en un país como Birmania, en estado de semianarquía desde el golpe y con difícil acceso a algunas zonas por la precariedad de la infraestructura. Algunas áreas, sobre todo la ciudades, están más controladas por la junta militar, mientras en parte de Shan y en áreas rurales grupos rebeldes y prodemocráticos que combaten a las fuerzas armadas ejercen mayor dominio.
Birmania se encuentra sumida en un conflicto que afecta a gran parte del país, principalmente la periferia, tras el golpe de Estado, que acabó con una década de transición democrática y exacerbó la guerra de guerrillas activa desde hace décadas, provocando una emergencia humanitaria.
Conforme al relato de la prensa oficialista, el agua ha comenzado a descender en algunas regiones del centro del país, las más afectadas, entre ellas Naipyidó.
Por su parte, OCHA señaló que las zonas más afectadas continúan "devastadas", con daños en los servicios eléctricos, viviendas, infraestructura, entre otros, ahora que las inundaciones han cedido en la mayor parte del territorio y emerge con más claridad el impacto de Yagi.
Millones de personas se han visto afectadas por el temporal en el Sudeste Asiático, sobre todo Vietnam, golpeado por el tifón Yagi el 7 de septiembre y donde dejó alrededor de 300 muertos, y Birmania, tras pasar por Filipinas y China, y también afectar a Laos y Tailandia en menor medida.