NUEVA YORK. La empresa Constellation Energy, especializada en la producción de energía de fuentes no combustibles (solar, eólica, hidroeléctrica y sobre todo nuclear) anunció hoy la firma de un acuerdo con Microsoft para reabrir la planta nuclear y abastecer a la tecnológica durante 20 años, previa autorización de la Comisión Reguladora Nuclear sobre la seguridad ambiental.
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El presidente de Constellation Energy, Joe Domínguez, lo explicó así en un comunicado corporativo : “Dar energía a industrias críticas para que nuestro país sea global y tecnológicamente competitivo, incluyendo los centros de datos, requiere una cantidad de energía libre de carbón y confiable en cada momento del día, y la nuclear es la única fuente de energía que pude responder a esta necesidad”.
El vicepresidente de la sección de Energía de Microsoft, Bobby Hollis, presentó el acuerdo como un hito dentro de su estrategia de desarrollar fuentes de energía libres de carbono.
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TM1, que es solo uno de los dos reactores de la planta de Three Mile -y que no resultó afectado por el accidente de 1979-, proveerá 835 megavatios y, para mitigar la posible oposición local, Constellation Energy ha prometido que la nueva planta creará 3.400 puestos de trabajo y generará 16.000 millones de dólares para el PIB local, más otros 3.000 en impuestos. Se destinará, además, un millón a “actividades filantrópicas”.
Uno de los estados mas golpeados
Pensilvania pasa por ser uno de los estados más golpeados por el declive de la industria pesada norteamericana y su deslocalización en América o Asia, con consecuencias que pueden reflejarse en las próximas elecciones, pues son las clases blancas empobrecidas las que en los últimos años han virado hacia la órbita republicana.
El accidente de Three Mile Island en 1979 no dejó víctimas mortales pero liberó una enorme cantidad de gases radiactivos a la atmósfera, y creó una gran desconfianza en la energía nuclear que luego se vio agravada siete años después por el desastre de Chernóbil.
Pero la necesidad de descarbonizar la energía para luchar contra el cambio climático ha contribuido a dejar de demonizar la nuclear en los últimos tiempos y, de hecho, fue llamativo que en 2022 la Unión Europea pasara a considerarla una energía verde.