“Los estudios han señalado el deterioro del medio ambiente mundial”, dijo el ministro iraquí de Medio Ambiente, Nizar Aimedi, durante el lanzamiento de la Estrategia Nacional para la Protección y Mejora del Medio Ambiente en Irak, donde remarcó el consenso científico sobre los problemas a los que se enfrenta el planeta por la degradación de los sistemas naturales.
“En Irak, como parte del mundo, nos enfrentamos a grandes retos medioambientales como consecuencia de guerras anteriores y del deterioro político y económico que sufrió el país y que hizo que durante mucho tiempo la labor medioambiental quedara lejos de las prioridades de los sucesivos gobiernos”, agregó.
El ministro destacó que la actual “estabilidad” ha llevado al Gobierno a asignar una cartera ministerial para el medio ambiente con el objetivo de darle especial prioridad y apoyar el desarrollo de Irak, con políticas para reducir la contaminación y hacer frente al cambio climático, y aumentar y renovar las medidas de protección.
Entre los temas principales de la estrategia, destacó también la activación de los acuerdos internacionales relacionados con los productos químicos y el establecimiento de la Empresa Pública para la Economía del Carbono, que será el brazo ejecutivo para la aplicación de las políticas medioambientales en Irak.
"Se está trabajando en la formulación de políticas sobre desertificación y biodiversidad", afirmó, acción que se lleva en paralelo al desarrollo de la economía nacional y que marcará las directrices del trabajo futuro tanto en el sector público como en el privado.
El representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Irak, Uke Lootsma, acogió con satisfacción el proyecto, que consideró "una hoja de ruta audaz y exhaustiva que refleja nuestro deseo colectivo de construir un Irak más limpio, más verde y más resistente".
"Representa un hito importante en los esfuerzos de Irak por abordar los retos medioambientales y está alineada con los objetivos nacionales de desarrollo", agregó el PNUD en un comunicado, que consideró esta estrategia como una guía "para abordar problemas acuciantes como el crecimiento demográfico, el uso insostenible de los recursos y la gestión regional del agua".
Esta nueva estrategia pretende aliviar estas presiones y apoyar a las poblaciones vulnerables para mejorar la resiliencia social, de desarrollo y medioambiental en Irak, según el comunicado.