Según remarca, hay multitud de evidencias que demuestran que Israel comete “actos genocidas” en la Franja.
“Han muerto más de 40.000 personas, entre ellos 17.000 niños; se ha destruido toda Gaza, la violencia comienza a reproducirse con los mismos patrones en Cisjordania y la comunidad internacional está paralizada a nivel político, humanitario y en la aplicación del derecho”, lamenta Albanese en una visita a Roma para presentar su último libro, J’accuse (Yo acuso).
En la obra, de la que se han vendido ya más de 14.000 copias en su edición original en italiano, repasa la realidad de ocupación y colonización israelí en territorio palestino y los sucesos desde los ataques de Hamás en Israel del 7 de octubre de 2023 que llevaron al estallido de una ofensiva en Gaza que por ahora no tiene fin.
Al cumplirse 12 meses de ofensiva israelí sobre la Franja, Albanese, relatora especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos desde de 2022, argumenta que ello ha llevado "al derrumbe" de las bases de la ley internacional.
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"Nada funciona, todo el sistema en que creíamos y considerábamos una herramienta para resolver y prevenir la violencia se demuestra completamente ineficaz" con los actos de Israel en Gaza, ante los que la comunidad internacional no actúa como debería, dice Albanese.
La relatora, a la que Israel ha negado varias veces sus peticiones para entrar a territorio palestino, critica el papel de los países occidentales que hasta ahora han cerrado filas apoyando a las autoridades israelíes y apela a la comunidad internacional para "imponer un embargo de armas y sanciones económicas inmediatas a Israel".
Según denuncia, “hay una serie de crímenes de guerra y contra la humanidad” cometidos en Gaza por los que Israel debe rendir cuentas y ser procesado ante las instancias jurídicas internacionales.
“Estos crímenes no están desligados los unos de los otros, son parte de un patrón, del intento de destrucción de un grupo (el pueblo palestino), que es muy evidente”, argumenta Albanese.
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A su juicio, "los números de víctimas son impactantes" y otra muestra de "actos de genocidio como asesinatos".
A esto se añaden más elementos que denotan “una intención genocida”, como “la creación de condiciones de vida calculadas para llevar a la destrucción del grupo, la destrucción de la soberanía alimentaria o de hospitales” o “la falta absoluta de comida, agua y otros recursos esenciales para sobrevivir como los medicamentos”.
"Se crearon verdaderas condiciones de agonía para la población": La mayoría de población de Gaza -un total de 2,3 millones de personas- que "se ha visto desplazada a modo de 'ping pong' de una parte a otra y está siendo encerrada en zonas que Israel sigue bombardeando", denuncia.
Hasta ahora, Albanese ha registrado "unas 90 masacres en puntos de distribución de comida, centros de UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados palestinos), hospitales, escuelas o iglesias", más allá de numerosos casos de tortura de palestinos arrestados por las fuerzas israelíes y evidencias de grandes matanzas, como fosas comunes.
Todo ello, mientras la ofensiva prosigue y la relatora de la ONU no ve opciones del fin de la guerra próximamente: "Israel aplica una doctrina del shock similar a la de EE.UU. tras los ataques del 11 de septiembre", basada "en matar a cualquiera" bajo la idea de que en Gaza "todo es Hamás".
"Periodistas, médicos, profesores, científicos...", para Israel "cualquiera se convierte en Hamás, y los demás civiles son escudos humanos", dice la relatora, que critica el discurso "del odio" que autoridades y cargos políticos de Israel transmiten a su población, sujeta a una creciente "deshumanización" hacia los palestinos.
Esta realidad "revela una intención genocida", agrega Albanese, que ve con preocupación la extensión de la violencia y de las operaciones militares israelíes recientes en territorio cisjordano.
"Aún no tengo los elementos para concluir qué actos de genocidio se han podido cometer, pero es lo que estoy investigando", alega.
La Convención sobre el genocidio “prevé mecanismos para que cuando se presenta el riesgo de genocidio este se pueda prevenir, pero no solo no se ha parado en Gaza, sino que continúa y ahora hay riesgo de que se expanda en Cisjordania”, concluye Albanese.