“La pérdida de alimentos es una situación que requiere de una pronta solución. Recursos económicos y humanos, así como insumos y recursos naturales requeridos para su producción se encuentran en riesgo de pérdida, ocasionando costos irrecuperables para las y los productores y se convierten así mismo en una amenaza para la salud humana y el medio ambiente”, aseguró el organismo en un comunicado.
Colombia enfrenta este jueves su cuarto día consecutivo de protestas y bloqueos de transportadores por el alza del diésel, que ha llevado a la Policía antidisturbios a despejar algunas vías bloqueadas en la capital del país, donde más ha afectado el paro de camioneros y otros vehículos.
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Además de Bogotá, el paro se ha sentido en corredores viales de 23 departamentos, entre ellos Norte de Santander, Santander, Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Meta.
El Gobierno también ha mostrado preocupación por el desabastecimiento de medicamentos, combustible y alimentos que los bloqueos y protestan puedan provocar.
“Esperamos que esta situación se restablezca rápidamente, ya que está en juego la estabilidad de los medios de vida de las y los productores agropecuarios, así como el acceso a alimentos por parte de toda la población colombiana”, manifestó el representante de la FAO en Colombia, Agustín Zimmermann.
Los camioneros protestan contra el incremento anunciado a finales de agosto por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, del precio del diésel en 6.000 pesos (unos 1,44 dólares o 1,26 euros) entre este año y el próximo, que se hará en tres alzas semestrales de 2.000 pesos (0,48 dólares o 0,43 euros) cada una.
Con el incremento, el precio del galón del diésel quedó, en promedio, en 11.360 pesos y, según el Gobierno, si se considerara la inflación desde el 1 de enero de 2020, época en la que se congeló el costo de este combustible, hasta hoy debería tener un valor de alrededor de 13.200 pesos.