La emancipación juvenil alcanza una tasa del 17 %, 14,9 puntos más baja de la europea, aunque es la mejor cifra desde mediados de 2020, pero lejos del pico que alcanzó en 2007, antes de la crisis económica, cuando se situó en el 26,1 %.
No solo los jóvenes europeos se emancipan más, también antes: a los 26,3 años, frente a los 30,4 de media en España. Sueldos de mil euros y gastos de piso de 968.
Más jóvenes se independizaron en el segundo semestre de 2023, pero lo hicieron en peores condiciones por los precios históricos del coste de la vivienda y de sus suministros.
El alquiler de una vivienda para un piso estándar se sitúa en España 968 euros al mes, con unos precios que subieron 2,5 veces más que los salarios de los jóvenes, mientras que el salario mediano de un joven era 1.050 euros, a lo que se suman los suministros, que subieron un 17,3 % el año pasado.
La independencia cuesta
“No podemos acceder a una vivienda en solitario, solo a compartir y eso supone endeudarnos. Los problemas de vivienda pueden convertirse en la próxima pandemia; necesitamos soluciones urgentes ya”, afirmó la presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea Henry, en la presentación del estudio.
Lea más: España registra casi el doble de inmigrantes irregulares en la primera mitad del año
El observatorio alerta de que el 30 % de los jóvenes en España está en riesgo de pobreza, un punto más que en 2022.
En el caso de los trabajadores jóvenes, lo están el 22,8 %.
Prueba de la precariedad en los empleos es que, pese a que la tasa de emancipación es mayor entre los jóvenes con empleo, tan solo el 29,6 % de la población joven con trabajo vivía fuera del hogar familiar.
El estudio refleja que el 83 % no se emancipa o lo que es lo mismo, seis millones de jóvenes.