Según la agencia oficial de noticias Xinhua, 290.000 residentes tuvieron que ser reubicados temporalmente ante la llegada del tifón Gaemi, que tocó tierra en la provincia suroriental de Fujian hacia las 19.50 hora local (12.50 GMT) de este jueves con vientos máximos de 118,8 kilómetros por hora (km/h).
Entre la mañana del miércoles y la de este viernes, decenas de localidades de Fujian registraron lluvias de más de 250 milímetros (mm), alcanzando en algunos casos incluso los 512,8 mm.
El pronóstico es que el tifón se desplace hacia el noroeste a unos 20 km/h y que vaya perdiendo fuerza hasta alcanzar la vecina provincia de Jiangxi en la tarde de este viernes. Según el portal de seguimiento de tormentas Zoom.earth, Gaemi ya había caído a nivel de tormenta tropical, con vientos de 75 km/h, hacia las 12.30 hora local (04.30 GMT).
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Ante la llegada de la época de tifones e inundaciones, que habitualmente ocupa las últimas semanas de julio y las primeras de agosto, las autoridades chinas reclamaron redoblar los esfuerzos de prevención y rescate. Se esperan inundaciones a lo largo de importantes cuencas como las del río Amarillo o el Yangtsé, y se ha advertido del riesgo de corrimientos de tierra en zonas montañosas.
Más allá de la alerta roja emitida por el Observatorio Meteorológico Central, el Ministerio de Transporte chino elevó al segundo nivel más alto su señal de emergencias horas antes de la llegada de Gaemi.
En Fuzhou, la capital de Fujian, todos los trenes de este viernes quedaron suspendidos, al igual que los servicios de alta velocidad que partían desde la región de Cantón, más al sur, hacia Fujian y la provincia oriental de Zhejiang. Asimismo, más de 200 ferris de pasajeros quedaron cancelados este jueves.